MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Mauricio Valiente, opinó que directiva de retorno que regula la repatriación de personas 'sin papeles' en la Unión Europea aborda la "la inmigración desde un enfoque represivo de control de fronteras" y supone "un flaco argumento para lo que son los valores esenciales de la Unión Europea".
En declaraciones a Europa Press TV, argumentó que lo expuesto en el texto de la directiva "es un error" porque puede provocar un desplazamiento de los flujos migratorios, pero las causas reales de la migración no se abordan. "No se crean mecanismos para que la inmigración pueda darse de una forma razonable con garantías y con derechos para todos", señaló.
En cuanto al papel del Gobierno español, Valiente apuntó que éste "no ha tenido una actitud de suficiente firmeza a la hora de defender que medidas como la Directiva de Retorno no pueden llevarse a cabo", ya que aspectos que regula el texto de la Norma generarán "situaciones de desprotección, maltrato y de violación de derechos"
"QUERÍAMOS TRABAJADORES Y LLEGARON PERSONAS"
Así, el secretario general de CEAR aseguró que la directiva "introduce tres medidas especialmente preocupantes para la garantía de los derechos humanos en la Unión Europea" para las personas 'sin papeles' que tengan que ser expulsadas: la introducción de un máximo de 18 meses de privación de libertad, la posibilidad de internamiento de los extranjeros menores de edad y la prohibición de entrada a los expulsados en los siguientes cinco años a su repatriación.
En este sentido, Valiente calificó el plazo máximo que contempla la norma de "totalmente desproporcionado e injusto", mientras que argumentó que, la prohibicion de retorno "introduce una especie de antecedente penal por una situación que es una simple infracción administrativa y que va a conllevar una estigmatización difícilmente borrable".
Además, subrayó que la crisis económica que se vive en la Unión Europea está reforzando una "visión instrumentalista" de los inmigrantes, por lo que resaltó que a las personas sin papeles no se puede tratar "como algo que se utiliza y se devuelve cuando ya no se útil". "Queríamos trabajadores y nos llegaron personas", sentenció.
Por último, destacó que lo acontecido en los últimos días en Italia, donde se llegaron a quemar varios campamentos de gitanos rumanos en Nápoles, "es un deterioro gravísimo de los valores de la Unión Europea" que se demuestra en la falta de señales contundentes por parte de las declaraciones de los políticos europeos. "Los gitanos rumanos son ciudadanos comunitarios en una UE que se quiere sin discriminaciones y libertad de circulación, es una situacion gravísima que puede suponer un antecedente muy peligroso", concluyó.