Actualizado 20/05/2008 13:06

Birmania.- Tres de cada 4 personas del delta del Irrawaddy comen arroz en mal estado y beben agua contaminada, según ACH

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Tres de cada cuatro personas (82 por ciento) que viven en el delta del Irrawaddy, la zona de Birmania más afectadas por el paso del ciclón 'Nargis', comen arroz en mal estado, ha reducido de tres a dos sus raciones diarias de comida y beben agua contaminada, según revela una encuesta realizada por la ONG Acción contra el Hambre (ACH).

El equipo de la organización que desde hace una semana está distribuyendo ayuda humanitaria a las víctimas del ciclón asegura que se encuentra sobrepasado ante la magnitud de las necesidades de la población, desasistida en su mayoría por la escasa presencia de ONG y organismos internacionales.

"La situación se deteriora rápidamente. Según una evaluación realizada por la organización en el distrito de Bogale, de 400.000 habitantes, el riesgo de una posible crisis nutricional es muy alto", señala Acción contra el Hambre.

La prioridad de todas las personas encuestadas es el acceso al alimento: las víctimas dedican su jornada a la búsqueda de comida y desde hace 15 días se alimentan esencialmente de frutas y verduras así como de arroz humedecido por las inundaciones y que ponen a secar en las carreteras.

Pero el precio del arroz se ha multiplicado por cuatro tras el paso del ciclón, de manera que para el 72% de los encuestados, el número de comidas se ha reducido de tres a dos diarias. Una semana después del ciclón, la población dijo sentirse "hambrienta".

EFECTOS EN LA ACTIVIDAD ECONÓMICA

Ante esta situación, según explica la ONG, la población ha desarrollado mecanismos de supervivencia que podrían agravar su situación en un futuro próximo, como la venta de bienes básicos para alimentarse o la solicitud de préstamos con intereses muy elevados.

Por ello, la actividad económica se ha visto totalmente afectada: la mayor parte de los pescadores han perdido su material de pesca (barcas, redes..) y los agricultores han perdido también sus semillas, aperos y ganado.

Por otra parte, la mayor parte de las reservas alimenticias de la población han quedado destruidas. Así, Acción contra el Hambre teme que se desate una crisis nutricional en las zonas más afectadas debido a la dificultad de los actores humanitarios para proporcionar una ayuda masiva.

Asimismo, el 75 por ciento de la población de Bogale, sobre todo en las zonas rurales, está bebiendo agua salada o contaminada por residuos y cadáveres de animales, mientras que el 95 por ciento de las letrinas han quedado totalmente destruidas, lo que hace temer la contaminación masiva del agua por residuos fecales.

Esta situación ha provocado que la ONG haya comenzado ya a registrar los primeros casos de diarrea y se teme que su incidencia aumente, al igual que la malaria y la neumonía, enfermedades asociadas a la falta de agua y saneamiento adecuado. El 23 por ciento de la población empieza a padecer enfermedades de este tipo.

COMPLICACIONES POR LA ESTACIÓN HÚMEDA

Por otro lado, la ONG advierte de que la llegada de la estación húmeda y los monzones empieza a agravar la situación, ya que los puentes que últimamente se utilizaban han quedado impracticables y el acceso por carretera se hace imposible.

El equipo de Acción contra el Hambre utiliza dos barcos para transportar entre 20 y 25 toneladas de ayuda cada uno, desde Rangún a Bogale. Toneladas de arroz, agua potable, pastillas potabilizadoras y kits de primera necesidad se han podido distribuir en las zonas más aisladas gracias a estos barcos.

Así lo explica Richard Poncet, ingeniero hidrólogo de Acción contra el Hambre en Birmania: "En primer lugar, queremos asegurar que los hogares cuentan con un mínimo de reserva de agua potable. Mi principal preocupación es la calidad del agua que beben: el único recurso hídrico del que disponen es el agua de la superficie, cuyo riesgo de transmisión de enfermedades diarreicas es muy alto. Se puede aprovechar la estación de lluvias para recoger agua fresca y para ello, estamos distribuyendo lonas para los tejados que, al plegarse, hacen de depósito para el agua de lluvia".

Tras la llegada de un avión cargado con 40 toneladas de material, Acción contra el Hambre ha logrado hacer llegar una segunda carga de 12 toneladas de lonas, bidones y kits para purificar agua gracias al apoyo de la Oficina de Asistencia para Desastres de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (OFDA, por sus siglas en inglés).