MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) calificó hoy de "acontecimiento excepcional" y "avance histórico" la firma de la Convención sobre Municiones de Racimo, pero advirtió de que sólo se concretará "cuando se hayan eliminado los arsenales, cuando se hayan limpiado las áreas contaminadas y cuando las víctimas hayan recibido la ayuda necesaria para rehacer sus vidas".
El tratado prohíbe el empleo, la producción, el almacenamiento y la transferencia de las bombas de racimo y vinculará a los Estados que lo firmen a comprometerse a limpiar las zonas contaminadas, a destruir sus reservas y a prestar asistencia a las víctimas. La ceremonia de la firma se lleva a cabo desde esta mañana en Oslo, con la presencia de representantes de los más de cien Estados firmantes.
El presidente del CICR, Jakob Kellenberger, declaró que es "un honor para el CICR haber participado en este extraordinario proceso y en este importante desarrollo del Derecho Internacional Humanitario". "Somos conscientes de que sólo podremos evaluar su verdadero éxito en la medida en que la vida de las personas y de las comunidades afectadas cambie en los próximos meses y años", añadió.
"Este avance histórico sólo terminará cuando cese el uso de estas armas, cuando se hayan eliminado los arsenales, cuando se hayan limpiado las áreas contaminadas y cuando las víctimas hayan recibido la ayuda necesaria para rehacer sus vidas", aseguró Kellenberger.
El CICR ha sido testigo de primera línea de las terribles consecuencias que tienen en las personas civiles las municiones de racimo, asegura la organización, que señala que respalda firmemente la aprobación de la Convención y promoverá activamente su universalización y su pronta entrada en vigor.