MADRID 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un total de cincuenta mujeres se han unido en un manifiesto contra el aborto en el que califican de "progresista" defender "a los más indefensos" y critican que el PSOE pretenda "reducir el derecho de la objeción de conciencia de muchos médicos", en referencia al anuncio de este partido político de modificar la forma en que se ejerce actualmente la objeción.
En el transcurso de la presentación de un manifiesto hoy en Madrid, la cincuentena de mujeres firmantes aseguró, mediante el texto, que es "retrógrado hacer política o negocios con la vida de los más débiles" y pidieron "informar a las mujeres de las consecuencias médicas, psicológicas y sociales de la interrupción del embarazo".
Para las firmantes del manifiesto, entre las que se encuentran, entre otras, las periodistas Isabel Durán e Isabel San Sebastián, la profesora Gotzone Mora, la directora general del Banco Santander, Magda Salarich, las escritoras Silvia Laforet y María Vallejo-Nágera y la cantante del grupo Siempre Así', Paola Prieto, "la percepción del aborto como un derecho garantizado por los poderes públicos, y no como un ilícito penal, el fraude generalizado en su práctica y la falta de información sobre riesgos y alternativas, hace que el número de abortos crezca año tras año". Para estas cincuenta mujeres, la cifra de más de 100.000 abortos el año pasado es "espantosa".
La presidenta de la Fundación Red Madre, Carmina García-Valdés, que presentó el manifiesto, afirmó que "las mujeres no están informadas de las consecuencias psicológicas de un aborto". "No nos oponemos a que una mujer aborte si lo hace suficientemente informada y estaremos también después de que lo haga para apoyarla", señaló.
García-Valdés pidió que "las asociaciones que ofrecen la alternativa de continuar con el embarazo y la adopción puedan estar en las mismas condiciones para informar a las mujeres", además de que "los médicos que firman el examen psicológico no tengan relación con el centro" donde se practica el aborto.
Los partidos políticos "son muy poco solidarios en sus programas con las mujeres embarazadas", afirmó García-Valdés, que añadió que la confidencialidad de las mujeres que han abortado "tiene que estar garantizada", según señaló, así como "las garantías de que una mujer aborta con conocimiento de lo que hace".