La Comisión afgana de DDHH acusa a los talibán de ataques "sistemáticos y a gran escala" contra civiles

El organismo denuncia que "todas las partes" han violado las leyes de la guerra amparadas por un "estado total de impunidad"

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 22 octubre 2008 14:16

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (CIDHA) ha acusado a los insurgentes talibán de ataques "sistemáticos y a gran escala" contra civiles y ha denunciado el "estado total de impunidad" reinante en un país en el que "todas las partes en conflicto, sobre todo el bando insurgente", han violado reiteradamente el Derecho Internacional Humanitario, las Convenciones de Ginebra y las leyes afganas. Según la ONU, al menos 1.400 civiles murieron entre enero y agosto de este año en operaciones de insurgencia y contra insurgencia.

La Comisión, citada hoy por la agencia humanitaria de noticias de la ONU, IRIN, ha calificado de "crimen contra la Humanidad" la muerte violenta de 27 pasajeros de un autobús perpetrado el pasado 16 de octubre en el sur de Afganistán. Ese día, varios combatientes armados vinculados a los talibán sacaron a medio centenar de personas de un autobús en la autopista entre Kandahar y Herat, tras lo cual decapitaron a seis y mataron a tiros a 21.

Según un supuesto portavoz de los talibán, los muertos eran "soldados del Ejército Nacional Afgano y policías", pero los Ministerios de Defensa e Interior han negado que estas personas trabajasen para ellos. "La muerte de estas personas, al margen de que trabajasen para el Gobierno, es injustificable", declaró a IRIN un portavoz de la Comisión, Ahmad Nadir Nadiry. "Se trata de un crimen contra la Humanidad", añadió.

No obstante, Anthony Dworkin, director ejecutivo de Crimes of War --un proyecto, con sede en Washington, que supervisa el cumplimiento de las leyes de la guerra en el mundo--, ha advertido de que la identidad de las víctimas determinará las características legales del incidente.

"La muerte deliberada de civiles por parte de los combatientes es un crimen de guerra, pero las leyes de la guerra suelen permitirles la muerte de miembros de las fuerzas enemigas, salvo que estén heridos, se hayan rendido o hayan sido tomados como prisioneros", afirmó a IRIN. "Podría no ser un crimen de guerra la muerte de soldados, incluso si están vestidos con ropas civiles", añadió.

Asimismo, Dworkin precisó que los crímenes contra la Humanidad se refieren a los ataques "sistemáticos y a gran escala" contra civiles. En este sentido, la Comisión indicó que los talibán han adoptado desde hace tiempo una estrategia de ataques sistemáticos contra civiles y han cometido crímenes contra la Humanidad.

IMPUNIDAD

La CIDHA aseguró también que todas las partes en conflicto han violado reiteradamente en los últimos años el Derecho Internacional Humanitario, las Convenciones de Ginebra y las leyes afganas. En este periodo, denunció, se han hecho muy poco para impedir nuevas violaciones de Derechos Humanos o para reparar a las víctimas de las violaciones pasadas.

A pesar de los numerosos casos de crímenes de guerra y contra la Humanidad denunciados en los últimos treinta años, no se han emprendido investigaciones oficiales e independientes para identificar a los perpetradores y a las víctimas, lamentó la Comisión.

Según Nadiry, el clima de inseguridad reinante no ha sido el más adecuado para que haya una investigación internacional independiente sobre los casos y el Gobierno tampoco ha apoyado estas iniciativas. El resultado de ello, denunció, es la impunidad reinante entre todas las partes en conflicto. "Hay un estado total de impunidad, sobre todo en el bando insurgente", manifestó.

1.400 CIVILES MUERTOS

Al menos 1.400 civiles murieron entre enero y agosto de este año en operaciones de insurgencia y contra insurgencia, según un informe de la Secretaría General de la ONU. Muchos civiles fallecieron a causa de tácticas "asimétricas", como los ataques suicidas, las minas de tierra o los explosivos de fabricación casera.

Alrededor de 50 personas, en su mayoría civiles, fallecieron el pasado 7 de julio en el atentado suicida perpetrado frente a la Embajada india en Kabul. Aparte, los insurgentes han cometido ataques deliberados, indiscriminados y directos contra trabajadores humanitarios, profesores y otros civiles, según IRIN.

Asimismo, cientos de no combatientes han muerto a manos de las fuerzas gubernamentales afganas y de las fuerzas internacionales, sobre todo en ataques aéreos. Más de 90 civiles murieron el pasado 21 de agosto en una aldea de Herat a causa de un bombardeo de las fuerzas estadounidenses, según admitió la misión de la ONU en Afganistán en un comunicado.

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