MADRID 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha comenzado a distribuir ayuda de emergencia para 72.000 familias, unas 385.000 personas, desplazadas en el norte de Uganda, concretamente en los distritos de Gulu, Amuru, Oyam, Kitgum y Pader.
Según explicó el CICR en un comunicado, estas personas recibirán semillas, artículos de aseo y útiles escolares. La distribución durará más de un mes y se efectuará con la ayuda de más de 50 voluntarios de la Cruz Roja de Uganda.
Antes de que empiece la temporada de lluvias, todas las familias habrán recibido azadones y semillas de cacahuete. Además se les ofrecerá una selección de semillas de alubias, arroz o sésamo. "Este año, con un mayor acceso a los terrenos cultivables, y siempre que lo permitan las condiciones climáticas, los agricultores desplazados deberían poder producir un excedente comerciable para sufragar los gastos familiares", indicó en la capital ugandesa, Kampala, el coordinador del CICR de seguridad económica, Peter Schamberger.
Por otro lado, las familias recibirán paquetes de maletas escolares, reglas, libros de ejercicios, gomas de borrar, lápices y bolígrafos. Según la organización, la operación ha de coordinarse "minuciosamente" porque "el CICR no dispone de suficiente capacidad de almacenamiento". "La mayoría de los artículos llegará justo a tiempo para la distribución, procedente de diferentes lugares en Uganda o del extranjero", añade.
A esto, se añade la dificultad de la escasez de algunos artículos. "En Uganda, fue difícil conseguir los 140.000 lápices, hay escasez a causa de la agitación política en Kenia", dijo en Kampala el coordinador del CICR de logística, Kim Johansen. "No obstante, pudimos comprarlos justo a tiempo, gracias a la eficiente labor de nuestros especialistas en logística", agregó.
El conflicto armado en el norte de Uganda obligó a aproximadamente 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares e ir a campamentos desplazados. Sin embargo, desde el punto de vista humanitario, la situación ha mejorado considerablemente desde el acuerdo de cese de hostilidades, firmado en agosto de 2006. Mientras continúan las conversaciones de paz en Juba entre el Gobierno ugandés y la guerrilla del Ejército de Resistencia del Señor, un número cada vez mayor de personas continúa regresando a sus hogares.