El CSN sigue sin revelar la cantidad total de radiactividad emitida al medio ambiente en Ascó, según Greenpeace

MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ONG ecologista Greenpeace denunció hoy que el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) siga sin revelar la cantidad total de radioactividad liberada al medio ambiente en la fuga de Ascó I (Tarragona) hace aproximadamente un año.

En un comunicado, el responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, asegura que hasta ahora el CSN "se ha limitado a dar datos parciales de la radiactividad acumulada en el millar de partículas radiactivas encontradas y recogidas en el entorno de la central, lo que es tan sólo una pequeña fracción del total de partículas que se liberaron al medio ambiente".

Así, Bravo considera "fundamental" conocer la cantidad total de radioactividad, tanto para evaluar el impacto radiológico del impacto, como para una correcta calificación jurídica. "El CSN aún no ha dicho toda la verdad sobre el escape radiactivo de Ascó-1. Su actuación en el plano de la protección radiológica, así como su propuesta de expediente sancionador a la central nuclear, se han basado en información parcial e incompleta", puntualizó.

Greenpeace ha realizado una investigación a partir de los datos desvelados desde el CSN, en la que se revela que el escape ha supuesto "un riesgo radiológico significativo para la población y el medio ambiente". Así, explica que más del 86 por ciento de las casi mil partículas radiactivas recogidas hasta principios de junio de 2008 producían una radiactividad suficiente como para superar los límites legales aplicables a miembros del público en caso de contaminación interna; y más del 27 por ciento del total de partículas producirían dosis superiores a 20 mSv, límite legal de los trabajadores en un año.

Por ello, la organización pidió que esta tarde la presidenta del CSN, Martínez Ten, explique en su comparecencia en el Congreso de los Diputados los motivos por los que no se han desvelado los aspectos fundamentales del escape radiactivo de la central. Además, quiere que comente las razones por las que el organismo "no actuó inmediatamente cuando la Red de Vigilancia Radiactiva Ambiental (REVIRA), que el CSN gestiona en Cataluña conjuntamente con la Generalitat, detectó de forma clara el escape radiactivo de Ascó-1 (que en realidad se prolongó desde finales de noviembre a principios de enero de 2008, con varios episodios de liberación de partículas radiactivas en ese periodo)".

Según los ecologistas, la Generalitat de Cataluña también debe informar sobre este escape puesto que "se dio cuenta del accidente, e incluso encargó un informe técnico a la Universidad Politécnica de Cataluña para evaluar su alcance, el cual no se ha hecho público".