MADRID 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los Jesuitas de Europa y América Latina-Caribe criticaron hoy, la Directiva de Retorno y el Pacto europeo sobre la inmigración y asilo, ya que no favorecen la libertad, "por más que proclamen el respeto a todos los instrumentos internacionales que garantizan los derechos humanos y aunque pretenden la integración social de inmigrantes legales y refugiados, garantizando el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes".
Ante la celebración la de la Jornada Mundial del Migrante, denunciaron que las políticas en materia de inmigración de la Unión Europea priman la seguridad en detrimento de la libertad y la justicia de los inmigrantes.
En este sentido, denunciaron que la regulación de la salida obligatoria y de la expulsión de migrantes en situación irregular "no considera las amenazas a los derechos humanos en sus países de origen, ni obliga a los Estados miembros de la UE a garantizar asistencia letrada efectiva". Asimismo, señalaron que las prohibiciones de reingreso (hasta cinco años) "impiden que la persona pida asilo en la UE por causas sobrevenidas tras su retorno al país de origen".
En el caso de los menores, indicaron que, tal y como se regula su repatriación, "no se garantiza el interés superior del menor" y añadieron, sobre el proceso de retorno voluntario, permite el internamiento de migrantes en proceso de expulsión sin suficiente control judicial, y con un plazo desproporcionado para las necesidades de identificación y aseguramiento del proceso".
Ante la imposibilidad de modificar los términos de la Directiva de Retorno, los jesuitas confían "en que se pida justicia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para hacer prevalecer el Derecho internacional público, el Derecho Internacional de los derechos humanos y el Derecho humanitario cuando se apliquen las normas de los Estados miembros que traspongan la Directiva".
Asimismo, pidieron a los países de la UE que tomen distancia de las exigencias coyunturales del mercado de trabajo, tengan presentes las necesidades estructurales de las sociedades europeas en términos demográficos y centren su mirada en los más vulnerables y sus derechos.