MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) denunció hoy la discriminación, las agresiones sexuales, los acosos y las intimidaciones que sufren las niñas, especialmente en las escuelas de todo el mundo y exigió a los gobiernos, en un comunicado emitido con motivo de la próxima celebración del Día Internacional de la Mujer, que "tomen medidas concretas" para poner fin a la violencia contra las niñas. Asimismo, aunque destacó que el maltrato en las escuelas ha disminuido en España desde 1999, nueve de cada mil menores de edad siguen "padeciendo agresiones graves" en los centros escolares españoles.
"Prácticamente todos los gobiernos afirman aborrecer la violencia contra las mujeres y las niñas", declaró la directora general de Amnistía Internacional, Widney Brown. Por ello, "el hecho de que no resuelvan el problema de la violencia contra ellas en las escuelas es inaceptable", prosiguió. "Las escuelas son lugares donde los gobiernos tienen responsabilidad directa y pueden comenzar a respaldar sus palabras con acciones concretas", advirtió.
El informe 'Escuelas seguras: el derecho de cada niña', muestra cómo la violencia sigue estando "omnipresente" en las instituciones educativas y en torno a ellas. "Desde México a China, las niñas se enfrentan constantemente a la discriminación, a recibir golpes en nombre de la disciplina, al peligro de ser agredidas sexualmente, acosadas o intimidadas de camino a la escuela o una vez en ella", denunció AI. "Sufren amenazas de agresión sexual de otros estudiantes, escuchan cómo profesores les ofrecen calificaciones más altas a cambio de favores sexuales, e incluso son violadas en la sala de profesores", añadió.
En cuanto a España, el informe señala que la incidencia del maltrato en las escuelas ha disminuido desde el año 1999. Según datos del Defensor del Pueblo, las agresiones graves, que incluyen el acoso sexual, han descendido del dos por ciento registrado en 1999 al 0,9 por ciento en 2006, lo que equivale a que nueve de cada mil menores sigan "padeciendo agresiones graves".
Sin embargo, la organización asegura que no ha encontrado información específica sobre la violencia en la escuela española basada en el género, por lo que pide al Gobierno que, "en cumplimiento de la Ley de Igualdad, empiece a registrar de forma diferenciada las formas de violencia que padecen las niñas en el ámbito educativo".
DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA
En el capítulo dedicado a la discriminación, el informe detalla el caso de Tanzania, donde entre 2003 y 2006 fueron expulsadas de las escuelas más de 14.000 alumnas de educación primaria y secundaria porque se habían quedado embarazadas, fundamentalmente debido a violaciones, a la falta de atención familiar o al matrimonio a edades muy tempranas.
En cuanto a las agresiones sexuales y acosos, un estudio de 2006 realizado con niñas escolarizadas de Malaui revelaba que el 50 por ciento de ellas habían sido tocadas "sin permiso por profesores o compañeros" con alguna intención sexual. Asimismo, un estudio realizado en Estados Unidos también mostró que, en las escuelas públicas, el 83 por ciento de las niñas de octavo a undécimo curso (de entre 12 y 16 años) sufrían alguna forma de acoso sexual.
"Este tipo de conductas a menudo no se denuncia ni se castiga, y así se envía el mensaje de que la violencia contra las mujeres y las niñas es algo aceptable y que la agresión masculina es algo normal", afirmó la organización. "Las agresiones contra las niñas en la escuela tienen efectos inmediatos y a largo plazo, no sólo en su salud física y mental, sino en el ámbito de la enseñanza", denunció AI. "La violencia puede hacer que abandonen los estudios y pierdan toda esperanza de escapar de la pobreza y de la marginación", añadió.
El estudio también denuncia que en 2006, en "cerca de la mitad de los países del mundo (al menos 94)", no se habían prohibido los castigos corporales en las escuelas. Personas entrevistadas por Amnistía Internacional en Haití, por ejemplo, coincidieron en que los castigos corporales, incluidos los azotes a los niños y niñas con látigos o cables eléctricos, las privaciones de alimentos, los abusos sexuales o los insultos y maltratos psicológicos a las niñas son "algo habitual por parte de profesores y personal administrativo".
ZONAS DE CONFLICTO Y TASAS
El estudio advierte también de que el 40 por ciento de los 77 millones de niños y niñas en edad escolar que no asisten a la escuela viven en zonas en conflicto, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) correspondientes a 2007.
En Afganistán, por ejemplo, "incendiar las escuelas, especialmente las de niñas, y amenazar o agredir a niñas que asisten a la escuela se han convertido en los últimos años en prácticas cada vez más habituales", se lee en el informe. En Irak, debido a la violencia, "sólo el 30 por ciento del alumnado acudió a la escuela en 2006, frente al 75 por ciento del año anterior", prosigue.
Otro aspecto destacado por el informe es el de las tasas escolares, que se siguen cobrando en muchas escuelas "a pesar de que el derecho internacional dispone que la educación primaria debe ser gratuita", afirma AI. Para muchos menores, las tasas escolares y otros gastos constituyen un obstáculo insuperable, y las niñas tienen más probabilidades que los niños de verse excluidas de las escuelas cuando no hay dinero suficiente para pagar su educación.
Por ejemplo, según el estudio de Amnistía, las mujeres de las Islas Salomón "tienen que tomar la dura decisión de enviar sólo a sus hijos varones a la escuela" porque no tienen suficientes ingresos para pagar las tasas escolares y "consideran más probable que los niños necesiten tener estudios para conseguir un puesto de trabajo".
Amnistía Internacional ha puesto en marcha una acción por Internet (www.actuaconamnistia.org) en la que pide tanto al representante especial de Naciones Unidas sobre la Violencia contra la Infancia como a los gobiernos que pongan en marcha los mecanismos necesarios para acabar con la violencia contra las niñas en las escuelas.