Cada europeo consume 2,5 hectáreas más de lo que debería para la conservación del territorio comunitario
MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea es "estructuralmente insostenible" y su normativa ambiental está "muy relajada", según concluye el informe 'Política Ambiental de la Unión Europea: insostenibilidad estructural' presentado hoy por Ecologistas en Acción.
El incumplimiento del Protocolo de Kyoto, la duplicación de la biocapacidad del territorio, el aumento en el consumo de materiales, la mayoría de ellos no renovables, la "relajación" de la normativa ambiental y el balance negativo de los presupuestos entre los dirigidos a la defensa del entorno y los encaminados a la destrucción del mismo, son las principales causas que propician esta situación.
En ese sentido, Luis González, uno de los coordinadores de la agrupación, explicó hoy que el estudio expone, por una parte, indicadores globales sobre la política ambiental de los Veintisiete y, por otra, indicadores sobre las acciones concretas en distintos campos de actuación.
Así, explicó el primero de los indicadores cifra en 4,7 hectáreas por habitante la cantidad de territorio requerida para mantener el consumo de la población, es decir la huella ecológica, cuando la biocapacidad del territorio es de 2,2 hectáreas por persona.
Sobre la necesidad total de recursos, el informe denuncia que cada ciudadano europeo ha aumentado su consumo hasta alcanzar las 514 toneladas por habitante al año, de las cuales el 88 por ciento son de origen no renovable.
NORMATIVA RELAJADA
Por otra parte, Ecologistas en Acción afirma que comparando los presupuestos destinados a la defensa del entorno con las partidas encaminadas a financiar acciones con un impacto medioambiental adverso, "el balance es muy negativo". "Las dotaciones (ambientales) son importantes pero palidecen si se comparan con las políticas contrarias", precisó González.
Asimismo, reconoció que la normativa ambiental de la Unión Europea, que definió como su "plato fuerte", es "de las más avanzadas del mundo", pero subrayó que su grado de incumplimiento es "muy alto" y que en los últimos años "esa política se está relajando".
En cuanto a las políticas sectoriales, Ecologistas en Acción, critica que la UE tenga previsto construir 89.500 kilómetros de carreteras, la mayoría de ellos de autovía, y nuevas líneas de ferrocarril de alta velocidad. También recuerda que el transporte es responsable del 21 por ciento de las emisiones de gases contaminantes y afirma que la superficie de suelo urbanizado ha crecido en un 20 por ciento en la última década mientras que la población sólo aumentó en un seis por ciento.
NO VA POR EL CAMINO DE KYOTO
El estudio concluye que la Unión Europea "no va por el camino de cumplir el Protocolo de Kyoto" y que el plan para reducir emisiones, que ascienden al 24 por ciento, es "totalmente insuficiente" e incluso permite a España aumentar las emisiones.
Además, consideran que la Política Agraria Común (PAC) "se caracteriza" por el uso intensivo de pesticidas y abonos. El documento lamenta que en la actualidad 700 especies de la UE estén en peligro de extinción y califican de "grave" que la propia Comisión reconozca la insuficiencia de los esfuerzos de los Veintisiete al respecto.
Por último, afirma que cada europeo emite 515 kilogramos de basura al año, es decir un incremento del 14 por ciento y que los planes de eliminación de residuos dejan hasta 70.000 sustancias químicas sin control.
"Es necesario un equilibrio entre lo necesario y lo que se hace en realidad", acotó González, que insistió en que la organización calcula que sería necesaria una reducción del 50 por ciento de las emisiones de gases contaminantes en 2020 y de hasta el 80 por ciento en 2060, para paliar los efectos del calentamiento global.
