NAIROBI 13 Jun. (Reuters/EP) -
Las acusaciones hechas ayer por la ONG Human Rights Watch (HRW) contra el Ejército etíope por ejecutar, torturar y violar a la población civil son "mentiras y difamaciones", según un comunicado emitido hoy por el Ministerio de Información de Etiopía.
Ayer, HRW acusó al Ejército del país africano de cometer "crímenes de guerra y contra la Humanidad" y denunció el silencio sistemático adoptado por las potencias occidentales contra las atrocidades cometidas por las Fuerzas Armadas de Etiopía en la región oriental de Ogaden, donde la población de origen somalí que vive en la zona se enfrenta a una grave crisis humanitaria.
"Etiopía no tolerará informaciones falsas ni campañas de difamación que tienen como objetivo satisfacer la agenda geopolítica de alguien", afirmó el Ministerio, asegurando que la organización humanitaria estadounidense publicó información elaborada por simpatizantes del grupo separatista Frente de Liberación Nacional de Ogaden (ONFL).
"Está claro que una campaña difamatoria es el trabajo de fuerzas contrarias a la paz que odian ver a Etiopía por el camino correcto del desarrollo y de la democracia y a un Gobierno que tiene éxito entre todos los sectores de la población", aseguró el comunicado.
Etiopía, importante aliado regional de Estadous Unidos, acusa a los rebeldes de cometer abusos sobre la población civil. En abril de 2007, lanzó su último ataque contra los rebeldes del ONLF en un yacimiento petrolífero explotado por una empresa china, un ataque en el que murieron más de 70 personas.
La ONG ha publicado ya dos informes sobre la situación de los civiles en Ogaden. Uno utiliza como fuente el testimonio de testigos y el otro imágenes tomadas por satélite que muestran aldeas arrasadas por el fuego. Además, asegura que el Gobierno ha limitado el acceso a la zona, que la violencia continúa en Ogaden y que las acusaciones efectuadas en sus informes son sólo una parte de los abusos que se llevan a cabo.