Farmamundi denuncia el hambre y la deficiente salud y pobreza que asolan los campos de refugiados de Kenia

África, Atención Sanitaria
FARMAMUNDI
Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 23 mayo 2012 20:15

MADRID 23 May. (EUROPA PRESS) -

Farmamundi denuncia el hambre y la deficiente salud y pobreza que asolan los campos de refugiados de Kenia, un país africano que, recuerda, "ha permitido desarrollar una creciente industria turística".

Pese a haberse convertido en un destino turístico, "el país lucha por construir un sistema de salud que permita a su población el acceso a servicios básicos de calidad y afronta, además, una difícil crisis de refugiados en algunas de sus fronteras que lo hacen prácticamente inviable sin ayuda externa".

La esperanza de vida 'saludable' de la población de Kenia, es de 48 años y las cifras de salud materno infantil son también dramáticas: 121 niños de cada mil nacidos vivos mueren al nacer y 8.000 mujeres mueren al año por complicaciones derivadas del parto o por problemas "prevenibles" como hemorragias, obstrucciones y por falta de transporte para llevarlas a las instalaciones sanitarias.

"La mayoría de mujeres que dan a luz sin atención y sin instalaciones especializadas lo hacen por desconocimiento de los riesgos de hacerlo fuera de un hospital, por motivos económicos, de transporte hasta los centros de salud en muchas zonas remotas del país o el mal estado de las carreteras".

A pesar de los esfuerzos del gobierno por mejorar el sistema sanitario de Kenia y que todos sus ciudadanos tengan acceso económico y geográfico en el sistema de salud "formal", Farmamundi afirma que "falla la voluntad política y una estructura adecuada de financiación pública".

A esta problemática general del país se suma la crisis de refugiados que Kenia sufre desde los años 80, sobre todo la provincia Noreste. En esta provincia con solo 16,1 camas hospitalarias por cada 100.000 habitantes, presenta la tasa más baja de utilización de los servicios sanitarios, sólo 63,4 por ciento pues el 80 por ciento de la población son comunidades nómadas de pastores somalíes, que con frecuencia se asientan en estas regiones.

En 1992, el grave conflicto en Somalia provocó una afluencia masiva de refugiados que llegó a cerca de 400.000 agrupados en el campamento de Dadaab construido en 1991 con capacidad para 90.000 personas. Esta ciudad de la Provincia Noreste, alberga ya tres campos de refugiados: IFO, Hagadera y Dagahaley, sobre todo de población somalí, a causa de su proximidad a Somalia (a penas 80 kilómetros).

En la actualidad, Dadaab es el mayor campamento de refugiados en el mundo, con una población estimada de 550.000 personas y previsiones de seguir aumentando si no se acaba el conflicto en Somalia. "Los problemas en Dadaab son enormes, incluyendo extremas tasas de hacinamiento y la falta de recursos sociales básicos", añade.

"El círculo vicioso de hambre, deficiente salud y pobreza, implica que se dediquen menos recursos a la atención de la salud de estas poblaciones justo cuando sus necesidades aumentan como resultado de una precaria alimentación", advierte.

Además, "la falta de servicios de agua, saneamiento e higiene aumenta el riesgo de enfermedades transmisibles como el cólera, la fiebre tifoidea, la diarrea, las infecciones respiratorias agudas y el sarampión".

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