Actualizado 11/03/2009 12:30

Global Witness acusa a los principales bancos del mundo de fomentar la corrupción en los países más pobres

Recuerda que las leyes contra el blanqueo obligan a los bancos a informarse sobre sus clientes y sobre el origen de sus fondos


LONDRES, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Global Witness denunció hoy que los principales bancos del mundo fomentan la corrupción en los países más pobres del planeta y mantienen negocios "con algunos de los regímenes más corruptos del mundo". Asimismo, en un informe presentado hoy por la organización, lamentó que los Gobiernos no estén aplicando adecuadamente las políticas de regulación y recordó que las leyes contra el blanqueo de dinero "exigen que los bancos conozcan quiénes son sus clientes y cuál es el origen de sus fondos".

La ONG, con sede en Londres, presentó hoy un nuevo informe con motivo de la celebración en Londres de la reunión de los ministros de Finanzas del G20 para hablar sobre el rescate del sistema financiero internacional y las formas de evitar el desastre. El documento denuncia que algunos de los mayores bancos del mundo "han negociado con algunos de los regímenes más corruptos del mundo" y advierte de que "facilitando la corrupción y el saqueo de los beneficios de los recursos naturales, niegan a algunos de los pueblos más pobres del mundo la oportunidad de escapar de la pobreza".

"La laxitud en las regulaciones, derivada de la restricción del crédito, ha permitido a algunos de los mayores bancos de mundo facilitar el saqueo de los ricos recursos naturales en los países pobres", declaró el director de campañas de Global Witness, Gavin Hayman. "Si se quiere que los recursos como el petróleo, el gas y los minerales ayuden realmente a África y a otras regiones pobres a salir de la pobreza, los Gobiernos deben asumir la responsabilidad de impedir que los bancos hagan negocios con los dictadores corruptos y con sus familias", agregó.

El informe cita varios ejemplos. Entre ellos figuran el banco de inversiones HSBC y el Banco Santander, los cuales se "amparan en las leyes sobre secreto bancario de Luxemburgo y de España para frustrar los intentos del Congreso de Estados Unidos de comprobar si ha habido saqueo y blanqueo de los beneficios generados por el petróleo de Guinea Ecuatorial", se lee en el documento.

Asimismo, Barclays "ha abierto una cuenta para el hijo del dictador de Guinea Ecuatorial", en referencia al presidente Teodoro Obiang Nguema y al ministro de Agricultura y Bosques, Teodoro Nguema Obiang Mangua (alias 'Teodorín'), a pesar de las "claras evidencias de que su familia está profundamente implicada en el saqueo de fondos estatales procedentes del petróleo".

"Un paraíso fiscal británico, Aguilla, y un banco de Hong Kong, el Bank of East Asia, ayudaron al hijo del presidente de Congo", Denis Sassou-Nguesso, "a gastar cientos de miles de dólares de las rentas petroleras de su país en tiendas de moda", prosigue el documento.

Por su parte, "Citibank facilitó la financiación de dos despiadadas guerras civiles en Sierra Leona y Liberia", por permitir al 'señor de la guerra' y ex presidente liberiano Charles Taylor, actualmente procesado por el Tribunal Penal especial para Sierra Leona, "saquear los beneficios procedentes de la madera", añade.

Global Witness asegura también que Deutsche Bank ayudó al fallecido presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, "notorio violador de los Derechos Humanos", a quedarse, "para su control personal y al margen de los presupuestos nacionales, con miles de millones de dólares procedentes de las rentas estatales del gas".

Por otra parte, "decenas de bancos británicos, europeos y chinos han concedido miles de millones de dólares en préstamos avalados por el petróleo a "la opaca compañía nacional del petróleo de Angola, SONANGOL, pese a la falta de transparencia y de supervisión democrática sobre el uso de estos adelantos". A estas entidades "les consta que estos fondos se han utilizado de forma corrupta y para la compra de armas", aseguró la organización.

"DILIGENCIA DEBIDA"

El informe, que recoge informaciones de 2008 y 2009, recuerda que "las deficiencias de los bancos y de los Gobiernos que los regulan han sido responsables de llevar a la economía mundial a su peor crisis en décadas". "Los habitantes de los países más ricos del mundo están lógicamente indignados por las pérdidas de puestos de trabajo y los embargos de casas", afirma. "Lo que es menos conocido es que, desde mucho antes, las deficiencias de los bancos y de los Gobiernos que los regulan han causado perjuicios nunca vistos a las economías de algunos de los países más pobres del mundo", añade.

Todo ello sucede "a pesar de las leyes contra el blanqueo de dinero, que exigen que los bancos conozcan quiénes son sus clientes y cuál es el origen de sus fondos" a través del sistema de "diligencia debida", por el cual las entidades tienen la obligación de comprobar si son exactas las informaciones aportadas por los posibles clientes y, por tanto, si sus actividades son compatibles con las normas, denuncia el informe. "Hay importantes lagunas en el sistema que impiden que éste sea eficaz", añade.

Por ese motivo, Global Witness pide a los bancos que revisen su sistema de "diligencia debida" y les exige que "únicamente hagan negocios" cuando tengan constancia de que éstos no servirán para potenciar la corrupción. Asimismo, insta a los Gobiernos a que las legislaciones nacionales contra el blanqueo de dinero establezcan de forma "absolutamente explícita" que los bancos deben cumplir las normas de "diligencia debida" y reclama a los reguladores financieros que se comprometan "activamente a reforzar estas leyes".

El documento destaca también la importancia de la cooperación entre los Gobiernos para "garantizar que las regulaciones nacionales bancarias son compatibles, responsables y transparentes" y no se ven afectadas por las "leyes de secreto bancario". Esta cooperación debería empezar con reformas en el organismo internacional de supervisión del sistema contra el blanqueo de dinero, la Financial Action Task Force. Aparte, los Gobiernos "deben garantizar la puesta en marcha de nuevas normas internacionales para ayudar a los bancos a eludir fondos de origen corrupto", prosigue el informe.

"Los líderes del G20 deben cumplir sus promesas de ayudar a los países más pobres del mundo", declaró Hayman. "Un elemento clave para que la pobreza pase a la historia es poner fin al saqueo o al desvío de fondos públicos", aseguró. "Eludir este tema no sólo expone al sistema financiero internacional a nuevos flujos de dinero corrupto, sino incluso a las influencias desestabilizadoras que han causado tantos perjuicios a las economías de los países desarrollados", concluyó Hayman.