MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace felicitó ayer al Gobierno por la decisión de destruir todas las bombas de racimo que el Estado tiene almacenadas, un arsenal que según la organización ecologista, cuenta con unas 5.000 unidades de este tipo.
La organización, promotora junto a Amnistía Internacional, Intermón Oxfam y Fundaciò per la Pau de una campaña contra la proliferación de estas bombas de dispersión, celebró así el anuncio de la ministra de Defensa, Carme Chacón, según el cual la destrucción del arsenal tendrá lugar en el plazo "más inmediato y breve posible".
"Este es un día muy importante para los que trabajamos por la paz. Las bombas de racimo llevan más de treinta años causando daños inaceptables en todos los conflictos que se han usado, desde Laos a Líbano. Hieren, mutilan y matan a hombres mujeres y niños durante los bombardeos y después de que las guerras hayan terminado", apuntó el director de Greenpeace, Juan López de Uralde.
Con esta decisión, explica la organización, el Gobierno español "responde a las demandas de la sociedad civil" y se adelanta a los plazos formales previstos en el Tratado contra las bombas de racimo, aprobado por unanimidad por 109 países el pasado 30 de mayo. "Ya sólo queda que confirme su compromiso con la paz formando parte de los primeros 30 países que ratifiquen en diciembre el convenio en Oslo", declaró Uralde.
