En España, una víctima de trata no es considerada como tal si no colabora con la policía, según la Red contra la Trata
MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza computaron 11.810 delitos de trata, con 12.368 víctimas en España entre 2002 y 2006, según los últimos datos del Ministerio del Interior ofrecidos hoy por el teniente psicólogo de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, Jose Luis González, durante un congreso organizado en Madrid por la ONG Save The Children.
Según explicó González, la tendencia en la intervención sobre este tipo de delitos es alcista, pues si en 2002 se registraron 1.790 casos, la cifra llegó a los 2.700 en el año 2006. Sin embargo, en las Fuerzas de Seguridad "no hay constancia de la existencia de redes que traigan a España a menores con fines de explotación sexual o laboral".
No obstante, de las más de doce mil víctimas involucradas en esos delitos, 2.749 (el 22%) eran menores de edad. De ellos, 1.273 son niños españoles, algo frecuente ya que, tal y como recordó González, "puede haber trata sin tráfico". El resto proceden de países europeos en cerca de un 90% de los casos, aunque también se han encontrado en España víctimas de trata originarias de Norteamerica (0,11% de los casos); Centroamérica (0,44%) y Suramérica (2,95%).
El 0,87% de los niños víctimas de trata eran asiáticos, y de África procedía el 3,69%, la mayoría nacidos en Marruecos o en Nigeria. En esta cifra no se computan los niños interceptados en pateras o en operaciones contra la inmigración ilegal, según explicó González.
Atendiendo a los delitos que padecieron, el Guardia Civil destacó que el cuarenta por ciento de todas las víctimas menores de edad eran explotados para ejercer la mendicidad en las calles de las ciudades españolas. Un 30,74% sufrieron delitos de corrupción de menores y un 15,3%, cayeron en redes de pornografía infantil.
Por edades y sexos, cuando se trata de menores las víctimas son en su mayoría niñas (57,5%), especialmente en la adolescencia, debido al mayor peso que tienen los delitos de explotación sexual. De todas las víctimas infantiles que se computaron entre 2002 y 2006, el 23,32% eran niños menores de cinco años y el 36,7% rondaba entre los once y los quince.
EL PERFIL DE LA VÍCTIMA Y SU EXPLOTADOR
En el caso español, la mayor parte de los niños que están siendo explotados proceden de Rumanía y se dedican a la mendicidad y los hurtos por instancia de padres, tutores u otros adultos, mientras sufren un "total desamparo familiar porque son utilizados con fines de lucro", tal y como explicó la representante del Servicio de atención a la familia de la Policía Nacional, Sandra Garrido.
Según apuntó, el perfil de esta víctima es el de un varón, de entre nueve y 16 años de edad, que actúa en grupos de cuatro o cinco miembros y "es consciente de su impunidad" por no ser mayor de edad. Generalmente no hablan español, pero "conocen perfectamente el procedimiento (tras una detención) y saben que la Policía buscará a su padre o tutor y que, de no encontrarlo, irán a un centro del que luego se escaparán".
Sobre los explotadores, generalmente padres de las víctimas, "no tienen trabajo ni escrúpulos" y "viven de los ingresos" que les proporciona la actividad delictiva de los niños, y que en ocasiones, les permite "incluso conducir vehículos de gran cilindrada", prosiguió Garrido. En 2006, sólo la Policía Nacional registró 92 víctimas de explotación para mendicidad. En 2007, sólo hasta septiembre, ya se habían computado 80.
