ALMATY, 10 Dic. (Reuters/EP) -
La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) pidió hoy al Gobierno turkmeno que libere a cientos de activistas encarcelados por motivos políticos y advirtió de que Turkmenistán "sigue siendo uno de los países más represivos y autoritarios del mundo".
El presidente del país, Kurbanguly Berdymukhamedov, concedió la amnistía el pasado 7 de diciembre a un destacado activista social, Valeri Pal, de 59 años, condenado a doce años de prisión el pasado mes de mayo por un delito de malversación, un cargo que, según sus partidarios, fue manipulado por motivos políticos.
"El Gobierno debe liberar inmediata e incondicionalmente al resto de activistas, cuyo único crimen es su trabajo personal por los Derechos Humanos", afirmó la organización en un comunicado. "Cientos de personas, puede que más, languidecen en las prisiones turkmenas después de juicios injustos por cargos aparetenemente políticos", añadió.
El indulto de Pal se produjo a pocos días de las elecciones parlamentarias del próximo domingo, en las que el gubernamental Partido Democrático tiene todas las bazas para obtener la mayoría por ser la única formación política legal del país.
El anterior presidente, Saparmurat Niyazov, murió en 2006 después de gobernar el país durante 21 años con puño de hierro y el actual presidente, Berdymukhamedov, ha convocado las elecciones para nombrar un nuevo Parlamento más amplio y supuestamente con más poderes de decisión.
"Las restricciones draconianas a la libertad de expresión, asociación, movimiento y religión se mantienen en vigor", aseguró Human Rights Watch. "Turkmenistán sigue siendo uno de los países más represivos y autoritarios del mundo", añadió.