Actualizado 07/12/2009 12:57

HRW denuncia la violencia y discriminación que sufren las mujeres en Afganistán

La organización pide al presidente Karzai que muestre la voluntad de su Gobierno de avanzar hacia la igualdad


MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Ocho años después de que los talibán fueran derrocados, las mujeres en Afganistán siguen sufriendo niveles elevados de violencia y discriminación y tienen poco acceso a la justicia y la educación, según denunció este lunes la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW), quien añadió que la justicia afgana tampoco ha llevado a los autores de las muertes de mujeres ante la justicia, creando así un ambiente de impunidad.

El informe detalla violaciones de Derechos Humanos en áreas como la violencia contra las mujeres, el matrimonio forzoso, el acceso a la justicia y a la educación. "La situación para las mujeres y niñas afganas es grave y podría deteriorarse", aseguró una investigadora para el país en HRW, Rachel Reid.

Mientras el sufrimiento de las mujeres y niñas afganas durante la época talibán se utilizó para justificar la invasión de Afganistán en el año 2001, los derechos de las mujeres no han sido una prioridad del Gobierno ni de sus socios internacionales. Con facciones fundamentalistas en el Gobierno, la insurgencia ganando terreno y alguna forma de reconciliación con las facciones talibán en el horizonte, las ganancias conseguidas por las mujeres de este país en algunas áreas están bajo una amenaza grave, según este informe.

"Las mujeres no somos una prioridad para nuestro Gobierno ni para la comunidad internacional", afirmó una diputada, Shinkai Karojail. "Hemos sido olvidadas", aseguró. La rutina de las mujeres en la vida pública está sujeta a amenazas e intimidación continuas. Varias mujeres de alto perfil han sido asesinadas, aunque sus asesinos no han sido condenados.

Una policía que ha recibido amenazas de muerte aseguró que, incluso, advirtieron de que "iban a matar" a sus hijas". "Cada minuto estoy asustada, nunca puedo ir a casa porque el Gobierno no me puede proteger allí. Mi antigua vida se ha acabado", indicó.

Una encuesta nacional sobre niveles de violencia contra las mujeres afganas, se halló que el 52 por ciento de las encuestadas había sufrido violencia física, y el 17 por ciento violencia sexual. Debido a los obstáculos legales y sociales para poder acceder a la justicia, pocas mujeres informan de la violencia sufrida a las autoridades.

Además, estos obstáculos son aún mayores en los casos de violación. El Gobierno ha mostrado poca voluntad para tratar cada caso como un crimen grave o para comenzar una campaña educativa que cambie ciertas actitudes.

A esto se une el hecho de que las encuestas sugieren que, en más de la mitad de todos los matrimonios, las mujeres tienen menos de 16 años, y de un 70 a un 80 por ciento de los matrimonios tienen lugar sin el consentimiento de la mujer. Asimismo, los estudios sugieren que, de las mujeres que permanecen detenidas, más de la mitad está acusada de "crímenes morales", como el adulterio o el abandono del hogar, a pesar del hecho de que abandonar el hogar no es un delito en la ley afgana ni en la ley islámica o 'sharia'.

"La Policía y los jueces ven la violencia contra las mujeres como legítima, así que no juzgan los casos", aseguró un miembro de la Comisión para los Derechos Humanos en Afganistán, Soraya Sobhrang.

APOYO DE LOS LÍDERES

Por otro lado, HRW afirma que, aunque reformar la legislación que protege a las mujeres es importante, también se requiere un liderazgo que ayude a cambiar ciertas actitudes e impidan abusos. "El Gobierno necesita asumir su responsabilidad para proteger a las mujeres y a las niñas", indicó Reid. "El presidente afgano, Hamid Karzai, tiene mucho trabajo que hacer en este aspecto", añadió.

En relación con esta petición, HRW señala la ley sobre el Estatus Personal Chií que fue aprobada por el Parlamento el pasado marzo y firmada por Karzai quien, después de las protestas de la comunidad internacional, permitió que la legislación fuera revisada y enmendada, a pesar de lo cual numerosos artículos siguen imponiendo restricciones sobre las mujeres chiíes.

"Agradecemos el apoyo de la comunidad internacional sobre la ley chií (...), tenemos las promesas del mundo, pero aún tenemos que ver qué van a hacer", añadió. Según HRW, Karzai debería revisar la legislación para dar un apoyo total a las mujeres y nombrar a aquellas que hayan sido activas defensoras de los derechos de las mujeres a posiciones de poder. "Karzai debería comenzar su nueva presidencia con un compromiso claro hacia las mujeres de que la voluntad de su Gobierno es avanzar hacia la igualdad", aseguró.