Actualizado 17/04/2008 14:54

Human Rights Watch pide al presidente Karzai que suspenda la pena de muerte en Afganistán

MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW), organización que defiende los Derechos Humanos en todo el mundo, pidió hoy al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, que suspenda la pena capital y que no firme las sentencias de muerte anunciadas ayer por el Tribunal Supremo a 100 prisioneros.

Miembros del Tribunal Supremo dijeron a los medios que las sentencias de muerte se habían dictado por secuestros, retención de rehenes, robos armados, asesinatos y violaciones. Expertos en leyes y organizaciones pro Derechos Humanos habían mostrado su preocupación debido a que en las condenas a muerte en Afganistán no se suelen respetar los niveles internacionales de justicia requeridos en los procedimientos.

Esta decisión del Tribunal Supremo "muestra una inquietante indiferencia por el derecho a la vida", dijo la subdirectora de HRW en Asia, Elaine Pearson. "Al sistema judicial afgano le queda un largo camino por recorrer en el respeto a los derechos elementales de los acusados", añadió.

De acuerdo con el código penal de Afganistán, las sentencias de muerte son transmitidas por los tribunales penales locales, revisadas por los tribunales de apelación y después, si se mantienen, deben ser confirmadas por el Tribunal Supremo y aprobadas por el presidente del Gobierno.

"El presidente Karzai debería suspender la pena de muerte inmediatamente. Más ejecuciones masivas supondrán un revés para el Estado de derecho afgano", consideró Pearson.

Expertos en leyes aseguran que en algunos de esos juicios penales, los casos no fueron investigados apropiadamente y los tribunales no revelaron evidencias en las pruebas más importantes tenidas en cuenta para dictar condena, señala la organización.

HRW, que se opone a la pena de muerte por considerarla como un castigo cruel inherente a la dignidad humana y una violación de los Derechos Humanos elementales, insta al presidente Hamid Karzai a que no firme las órdenes de ejecución y que anuncie una moratoria sobre la pena capital.

Anteriormente, prisioneros afganos fueron ejecutados con poco o sin previo aviso. Quince prisioneros, que estaban en el corredor de la muerte de la prisión de Pule Charkini, fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento el 7 de octubre del año pasado sin que sus familias ni ellos mismos fuesen informados con anterioridad sobre sus ejecuciones. Todos estaban en el corredor de la muerte por delitos que habrían sido conmutados a sentencias de prisión en el pasado, recuerda HRW.