La ISAF y las agencias humanitarias en Afganistán acuerdan nuevas normas para mejorar su interacción

El objetivo es definir claramente los papeles que deben jugar en el país asiático los actores militares y humanitarios

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 5 agosto 2008 14:12

MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN y las agencias humanitarias que operan en Afganistán, incluidas las de la ONU, han acordado una serie de normas para mejorar la interacción civil-militar y aclarar los papeles de soldados y cooperantes en sus actividades en el país asiático, ante las crecientes críticas al papel cada vez más difuso que desempeñan ambos actores.

Las 'Directivas para la Interacción y la Coordinación de Actores Humanitarios y Militares en Afganistán', más conocida ya como 'Directivas de Cooperación Civil-Militar', han sido suscritas por la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA), las alrededor de cien ONG afganas e internacionales englobadas en ACBAR, el Gobierno afgano y la ISAF, según informa la agencia de noticias de la ONU IRIN.

"Estas directivas impedirán que se desdibujen las líneas entre el papel de los actores militares y humanitarios, evitando que se estreche aún más el espacio humanitario", explicó el portavoz de UNAMA, Aleem Siddique. "Reconocer el distinto papel que tenemos que desempeñar será un componente vital para proteger nuestra imparcialidad y abrir espacio humanitario para nosotros", agregó.

Se espera que estas normas acaben con la preocupación que suscita la creciente implicación de las fuerzas militares internacionales en la ayuda humanitaria y las actividades de desarrollo. "Es un importante paso adelante para mejorar la coordinación entre los actores militares y humanitarios", destacó la directora de ACBAR, Anja de Beer, expresando su deseo de que estas directivas "eviten en el futuro malentendidos y que se respete mejor la neutralidad de los actores humanitarios".

Por su parte, un portavoz de la ISAF, Mark Laity, indicó que el comandante de esta fuerza de la OTAN --integrada por unos 50.000 hombres de 40 países-- ha dado órdenes de que las directivas se apliquen y de que "los comandantes subordinados las hagan respetar".

Además de las fuerzas de la OTAN, en Afganistán están presentes miles de soldados más que bajo el mando de Estados Unidos participan en la Operación Libertad Duradera y que llevan a cabo actividades antiterroristas principalmente. Un portavoz de esta coalición consideró que en el caso de esta fuerza no es necesario que apruebe las directivas puesto que "no está implicada de forma rutinaria en proyectos de desarrollo".

Mientras un presunto portavoz talibán, Zabihulá Mujahid, dijo que el movimiento islamista no está al tanto de estas nuevas normas. "No tenemos ni idea de estas directivas y no formamos parte del proceso para elaborarlas", señaló, citado por IRIN. En este sentido, aclaró que los talibán "sólo respetamos a las organizaciones de ayuda verdaderamente neutrales e independientes que no trabajan a instancias de las fuerzas americanas u occidentales", añadió.

DEFINICIÓN DE PAPELES

Las directivas dejan claro que "el Gobierno y los actores humanitarios tienen el papel principal de prestar asistencia humanitaria, y los militares son principalmente responsables de prestar seguridad y, si fuera necesario, infraestructura básica y asistencia de reconstrucción urgente hasta que las organizaciones civiles sean capaces de hacerse cargo".

Asimismo, el documento reclama el respeto y el reconocimiento de la labor de los cooperantes. "Todos los actores humanitarios, los actores militares y otros actores de la seguridad deberían en todo momento respetar el Derecho Internacional y las leyes, costumbres y cultura afganas", agrega el texto, que también reclama a todas las partes que se permita el acceso humanitario a todo el territorio y que se haga todo lo posible para garantizar la seguridad de los cooperantes.

Por otra parte, y ante las críticas realizadas por algunas organizaciones humanitarias respecto al papel de las fuerzas militares en Afganistán, a las que acusan de usar los programas de ayuda y de reconstrucción para alcanzar logros militares y políticos, las directivas subrayan la naturaleza apolítica, incondicional y meramente filantrópica de la ayuda humanitaria.

OBJETIVO DE LA AYUDA HUMANITARIA

"La asistencia humanitaria 'no debe usarse con un objetivo político, de construir relaciones o de ganarse los corazones y las mentes'", reza el documento acordado, en el que se insta a las ONG y agencias humanitarias a que mantengan, demuestren y protejan su integridad, imparcialidad e independencia y eviten decantarse por ninguna de las partes en conflicto.

"Puesto que todos los actores que han tomado una posición proactiva en apoyo del Gobierno de Afganistán --incluida la ONU, la Unión Europea, la ISAF y otras fuerzas de seguridad-- son actualmente objeto de grupos de oposición armados en Afganistán, se debe hacer una distinción entre las identidades, las funciones y los papeles de estas entidades y aquellos actores que buscan preservar la neutralidad", subrayan las directivas.

La puesta en práctica de estas directivas será supervisada por un Grupo de Coordinación Civil-Militar que se reunirá cada seis meses y que está integrado por representantes de la ISAF, las agencias de la ONU y el Gobierno afgano.

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