La ONU y las ONG creen que el trabajo más duro en Kenia comienza ahora, a pesar del pacto entre Kibaki y Odinga

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 29 febrero 2008 18:25

NAIROBI, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -

Tras el acuerdo alcanzado entre los dos principales partidos políticos de Kenia para crear un Gobierno de unidad nacional el pasado 28 de febrero, la ONU y otras organizaciones humanitarias aseguran que el duro trabajo en el país africano no ha hecho más que empezar, ya que hace falta devolver a sus casas a los desplazados y reconciliar a los habitantes del país.

En el acuerdo pactado por Kibaki y Odinga, ambos compartirán el poder con la creación del puesto de primer ministro, que corresponderá al partido opositor, el Movimiento Democrático Naranja.

El coordinador regional de emergencia de UNICEF, Bob McCarthy, aseguró que "aún hay 200 campos" para los refugiados desplazados y que "ahora el objetivo es decidir si las condiciones son propicias para que la gente regrese a sus casas", informó la agencia de noticias de la ONU, IRIN.

En cuanto al pacto al que llegaron el presidente, Mwai Kibaki, y el líder de la oposición, Raila Odinga, McCarthy subrayó que es un punto de partida y que hay que dar un "fuerte" paso adelante "con programas de restablecimiento".

Por otra parte, Besida Tonwe, la líder de la Oficina de Coordinación en Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés) de apoyo a la ONU esperó que "la devolución de los desplazados a los lugares que abandonaron sea bien gestionada". También sugirió que "deberían recibir algún tipo de compensación por lo que han perdido" y que para esto "tiene que haber diálogo continuo entre los desplazados y los que perpetraron los ataques, que comenzaron tras las elecciones del pasado 27 de diciembre.

John Shikuku, de la Alianza Nacional de Iglesias de Kenia, calificó el acuerdo entre Odinga y Kibaki de "respiro", pero se mostró preocupado por lo que pueda venir después. También se mostró preocupado por el hecho de que 196 familias hayan sido trasladadas de un campo de refugiados a otro y explicó que "llevar a un desplazado de un sitio a otro no ayuda para nada" y puso en el nivel de "prioridad" que los políticos se centren en "asentar a esa gente".

Uno de los refugiados de Kuresoi, en el distrito de Molo, declaró que "está bien que se haya firmado el acuerdo", pero aclaró que ahora necesitan sentirse "seguros para volver a casa". Sin embargo, en los campos de Nakuru y los de Kalenji el anuncio del presidente, del que los desplazados "creen que les ha vendido", "no ha tenido un gran efecto", según Jesse Njoroge, el coordinador del campo de Nakuru, que alberga a 12,800 personas.

Njoroge añadió que "lo importante no es la coexistencia de los líderes, sino la coexistencia de los kenianos".

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