Actualizado 09/12/2008 12:22

Los programas de tratamiento del sida en China esconden una trampa para drogodependientes, según HRW


PEKÍN, 9 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

China ha puesto en marcha una importante red de atención médica para enfermos de sida pero, según denuncia la organización Human Rights Watch, muchos programas en realidad se convierten en un anzuelo para atraer a los drogodependientes y no darles después tratamiento médico.

De acuerdo con la organización, que acaba de hacer público un informe, de 43 páginas, bajo el título de "Un círculo irrompible: la drogodependencia, el confinamiento obligatorio y el VIH/sida en la provincia china de Guangxi", las fuerzas de seguridad chinas están negando el tratamiento a los drogodependientes a los que ingresan, de forma obligatoria, en "centros de rehabilitación".

Las conclusiones se basan en un estudio realizado en la provincia de Guangxi (sur), fronteriza con Vietnam y tercera con el mayor índice de enfermos de sida. En Guangxi el 92% de los contagiados de VIH es consumidor de drogas inyectables, en contraste con el porcentaje habitual de contagios en el resto de China, donde las infecciones por vía sexual ya superan ligeramente la vía intravenosa.

"El Gobierno ha extendido los programas de prevención y tratamiento para drogadictos. Pero, al mismo tiempo, la Policía está deteniendo a los usuarios de drogas que intentan acceder a estos servicios, y colocándolos en los llamados 'centros de rehabilitación', donde no se les suministra ningún tratamiento contra su dependencia ni contra el VIH", denunció el director para programas de HIV/sida de la ong, Joe Amon.

La ONG indica que en 2007 había alrededor de 340.000 drogodependientes recluidos de forma obligatoria en 700 centros de desintoxicación y 165 centros de "re-educación a través del trabajo", un sistema por el cual se puede condenar a la reclusión en China por penas menores y sin necesidad de pasar por los tribunales. El tiempo de reclusión oscilaba entre uno y tres años.

"El Gobierno chino asegura que los drogodependientes son enviados a estas instalaciones para ser tratados de su dependencia a las drogas. Pero, en vez de eso, los colocan en celdas abarrotadas, se les niega tratamiento médico, son apaleados y obligados a realizar los trabajos más bajos", señaló Amon.

Y, por si fuera poco, agregó el responsable de HRW, las autoridades obligan a pagar a los familiares por la terapia.

China celebró recientemente el Día Mundial del Sida con las invocaciones a la normalidad, y a la necesidad de no excluir a los infectados, por parte del Gobierno.

La celebración, no obstante, también se vio acompañada de hechos no tan honrosos, como la detención, bajo arresto domiciliario, de una activista de Henan (centro) que había acudido a Pekín a denunciar el comportamiento de las autoridades provinciales y los tribunales, que se niegan a aceptar las demandas de los infectados con las trasfusiones de sangre infectada en los años noventa.

Además, un equipo de televisión belga, que acudió a filmar las llamadas "aldeas del sida" de Henan denunció haber sido apaleado y robado por matones a cargo de las autoridades locales, en un caso que Pekín ha prometido investigar.