BAGDAD, 30 Oct. (Reuters/EP) -
La organización humanitaria Refugees International advirtió hoy de que el Gobierno iraquí y los países donantes deberían apoyar a los millones de iraquíes que se encuentran refugiados en el extranjero antes que centrarse en intentar su regreso a un país que sigue marcado por la violencia.
"Dos millones de refugiados iraquíes viven en una situación cada vez más desesperada y pocos de ellos desean regresar a casa", se lee en un informe de la organización. "El Gobierno debe ayudar a los desplazados en la región y crear las condiciones adecuadas para que regresen los refugiados, lo que incluye la seguridad, los servicios básicos y las medidas efectivas para resolver las disputas sobre propiedades", prosiguió.
En su informe, Refugees International expresó su preocupación por la situación de muchos refugiados que no han sido debidamente asentados en el extranjero y que tienen dificultades para regresar a su país, en especial los pertenecientes a minorías religiosas o las personas estrechamente relacionadas con el Baas, el partido del ex presidente Sadam Husein.
Asimismo, pidió al Gobierno que ayude a los desplazados a tener acceso a las escuelas y que colabore con los países vecinos para facilitar la búsqueda de trabajo para los refugiados, en vez de centrarse en animarles a regresar a Irak.
Por otra parte, la organización instó a los donantes internacionales a que ayuden a los países de acogida de muchos de los refugiados, como Siria y Líbano. Jordania, a diferencia de Siria, ha recibido generosas ayudas de Estados Unidos, advirtió.
Según la Organización Internacional de Migraciones (IOM), cerca de 2,8 millones de iraquíes se encuentran desplazados dentro de su país y otros dos millones podrían estar refugiados en el extranjero, sobre todo en Jordania y Siria.
El Gobierno iraquí de Nuri al Maliki ha pedido a los iraquíes que regresen a sus casas con el argumento de que la violencia ha descendido, para lo cual les ha ofrecido vuelos gratis y viviendas pagadas. Asimismo, el pasado mes de septiembre, el Gobierno advirtió de que perseguiría a cualquier persona que residiese ilegalmente en una vivienda abandonada por los refugiados en Bagdad.
