RSF acusa a Beijing de incumplir su promesa de garantizar la libertad de prensa para los Juegos Olímpicos

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 13 febrero 2008 14:11

BEIJING 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

China está incumpliendo sus promesas de garantizar la libertad de prensa para los Juegos Olímpicos (JJOO) de Beijing 2008, según informó hoy el organismo de control de los medios de la organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF), que tildó el pasado año 2007 de "año de desilusiones".

Las nuevas medidas de regulación creadas el 1 de enero del pasado año proporcionaron "cierta libertad de movimiento" a los corresponsales extranjeros en China. Sin embargo, RSF se queja de la detención de al menos siete periodistas extranjeros y más de 170 chinos y del control sobre la elaboración de varios reportajes a la agencia Reuters o a la cadena de televisión BBC. Según la organización, esto demuestra que trabajar en el país asiático "sigue siendo difícil" para los reporteros, "especialmente en las provincias de Tíbet y Xinjiang, donde existen movimientos autonomistas".

RSF explica que otra prueba de la falta de cumplimiento del compromiso del Gobierno chino es el hecho de que en agosto de 2007 se creara una 'ciberpolicía' para controlar los 'blogs' de los periodistas. De hecho, varias empresas extranjeras se vieron obligadas a firmar un "pacto de autodisciplina" para censurar los contenidos. Un ejemplo es que durante la celebración del Congreso del Partido Comunista, en octubre, permanecieron "cerrados por precaución" los foros informativos más conocidos.

En su informe anual, RSF aseguró que hay encarcelados en el país asiático al menos 33 periodistas y 51 'ciberdisidentes', lo que convierte a China en el país con más informadores en prisión. Además, los informadores encarcelados se quejan de que reciben "tortura psicológica", al no permitírseles ver a sus familias.

RSF asegura que "los informadores esperaban más tolerancia, tal y como habían prometido las autoridades" a comienzos de 2007, cuando el viceministro de Información chino, Quian Xiaoqian, afirmó estar dispuesto a "reconsiderar la situación de los periodistas e internautas encarcelados". En realidad, nada de eso ocurrió y los únicos periodistas que han abandonado las prisiones son aquellos que han cumplido sus penas, como Zhao Yan, colaborador del 'New York Times', que estuvo tres años preso.

Cuando China defendía su candidatura a organizar los JJOO de 2008, un alto cargo del Gobierno declaró que su país garantizaba "una libertad de prensa total". Efectivamente, existe una reglamentación que concede libertad de movimientos a los informadores extranjeros hasta octubre de 2008, aunque los corresponsales han visto su trabajo entorpecido por continuos obstáculos. Además, la Policía "se ha dedicado a detener a los disidentes y 'bloggers' chinos que piden la mejora de los Derechos Humanos, antes de la celebración de los Juegos".

El más conocido de estos es Hu Jia, detenido por "incitación a la subversión del poder del Estado", de la misma manera que tres colaboradores del sitio informativo 'Boxun'. Uno de ellos, Huang Jinqiu, cumple actualmente una pena de doce años, mientras que otro permanece "internado a la fuerza" en un hospital psiquiátrico.

RIESGO ENORME

Por otra parte, la prensa liberal, que ha sido fuente de "informaciones embarazosas para las autoridades", como la contaminación, ha recibido numerosos avisos. Por este motivo, cuando hay noticias que conciernen a los líderes del Partido Comunista (PCCh), los periodistas esperan a que llegue eL teletipo de la agencia oficial Xinhua, porque si no "el riesgo es enrome".

En cuanto a los informadores del canal gubernamental CCTV, reciben cada mañana, al encender su ordenador profesional, una agenda con los temas que no hay que tratar o los que se deben hacer con precaución. Por ejemplo, hubieron de limitar los comentarios por el asesinato de la líder de la oposición paquistaní, Benazir Bhutto.

Si alguno de estos medios incumplen la voluntad del Departamento de Propaganda o de la Administración General de Prensa y Publicaciones (GAPP por su siglas en inglés) o si publican noticias sin autorización, "pueden perder su licencia". Estos dos organismos iniciaron en 2007 una campaña contra los "falsos periodistas" bajo el pretexto de un reportaje trucado sobre la comida estropeada. En ella, identificaron a 150 "falsos periodistas" y a 300 medios sin licencia. Esto último es habitual, al no poder muchos de ellos conseguir el permiso.

Por último, tanto la GAPP como el Departamento de Propaganda han aprovechado la campaña para "fichar" a cerca de 30.000 periodistas de cara a los JJOO, así como para ordenar al Departamento de Seguridad del Estado que "clasifique a los reporteros y militantes que podrían perturbar" los Juegos.

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