Actualizado 05/06/2008 19:35

Agua.- Los regantes ven una "barbaridad" derogar el trasvase a Barcelona tras ceder gratis las concesiones

MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), Andrés del Campo, aseguró hoy que es una barbaridad derogar el Decreto-Ley de abastecimiento de agua a Barcelona, como previsiblemente anunciará mañana el Gobierno, y aseguró que los regantes de la cuenca del Ebro están "sorprendidos" de esta decisión después de haber cedido gratis sus concesiones para abastecer a la población de la capital catalana.

"Los regantes de toda la cuenca del Ebro se pusieron de acuerdo para ceder el agua necesaria para el suministro, sin contraprestación ninguna, salvo que se cumpliera la Ley y se ejecutaran las obras del Pacto del Agua de Aragón --explicó--. De momento, están sorprendidos. Estamos perplejos porque este problema de sequía se va a reproducir".

Del Campo, que explicó en un encuentro informativo las reclamaciones de la federación al ministerio de Industria tras la subida de las tarifas eléctricas, subrayó que los regantes estuvieron de acuerdo en ceder el agua y en la realización de las obras de conexión de los sistemas de agua de Tarragona y Barcelona, como también votaron a favor en su momento del Plan Hidrológico Nacional.

"Lo que ha pasado en Barcelona (temor a un posible desabastecimiento a partir de Otoño, no es algo sorprendente. Ocurre porque algo no se ha hecho bien", dijo el responsable de los regantes.

No obstante, recordó que la Federación se opuso en su momento a la primera solución señalada por la Generalitat de Cataluña, que pretendía realizar una transferencia de aguas desde el Río Segre (afluente del Ebro) porque éste no contaba con el caudal ecológico suficiente. "Desde el principio nos mostramos más favorables a la conexión del sistema de Tarragona con el de Barcelona", recordó, al tiempo que desechó el trasvase desde el Ródano porque "es mucho más caro".

"ANTES O DESPUÉS", HABRÁ TRASVASES

En general, se mostró a favor de las obras de regulación y advirtió de que que "antes o después" se van a tener que hacer trasvases en España porque otras fuentes, como desalinizadoras y aguas depuradas, a las que también mostró su apoyo, no son suficientes por sí solas.

En todo caso, calificó de "reino de Taifas" la situación surgida tras la aprobación de nuevos estatutos de autonomía que blindan los ríos que pasan por su territorio (Aragón o Andalucía), otros que se obligan a ser consultados sobre decisiones en la cuenca que no les afecta (Cataluña) o aquellos que se arrogan derechos de otras cuencas (Valencia).

A su juicio, esta situación un "nido de conflictos" entre territorios porque el sentido localista que se ha dado al agua se trasladará a los usuarios y si primero hay disputas entre autonomías, luego las habrá entre provincias y finalmente entre municipios. "Cada comunidad autónoma arrima el ajo a su sardina. El agua ya no es de todos los españoles, sino del que esté más cerca de ella o del más avispado", ironizó.

Del Campo defendió un gran pacto de Estado sobre el agua, pero adelantó que nadie por parte del Ejecutivo se ha puesto en contacto con los regantes después del anuncio esta semana de la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, de el inicio de conversaciones con todos los actores implicados. "Hasta que este tema no se despolitice no va a ser posible una planificación general", aventuró.

Finalmente, subrayó que a la hora de defender la agricultura hay que tener en cuenta que las tierras de cultivo son importantes sumideros de CO2 para luchar contra el cambio climático, ya que su biomasa absorbe entre el 7 y el 12 por ciento de las emisiones generadas por la industria europea. "Si el que contamina paga, el que descontamina también debería recibir alguna contraprestación", concluyó.