Actualizado 10/07/2009 14:57

Alta Comisionada de la ONU declara que las acciones de los insurgentes en Somalia pueden constituir crímenes de guerra

GINEBRA, 10 Jul. (Reuters/EP) -

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, declaró hoy que las acciones de los insurgentes islamistas en Somalia, que han ejecutado a civiles y han hecho estallar bombas en las zonas residenciales, son violaciones que pueden suponer crímenes de guerra.

Pillay citó informaciones creíbles de que los rebeldes también han creado tribunales en los que han emitido sentencias de muerte mediante la lapidación y decapitación y que también han ordenado amputaciones. Los civiles, especialmente las mujeres y los niños, están soportando la carga de la última violencia en este país del Cuerno de África, aseguró, mientras las tropas gubernamentales intentan expulsar a los insurgentes de sus bases en la capital, Mogadiscio.

"Los testigos han dicho a los investigadores de la ONU que los grupos de Al Shabab que combaten para derrocar al Gobierno de transición han llevado a cabo ejecuciones extrajudiciales, han colocado minas, bombas y otros artefactos explosivos en zonas civiles y han usado a civiles como escudos humanos", aseguró Pillay en un comunicado.

"También se nos ha informado de que los combatientes de las dos partes han empleado la tortura y disparan morteros de forma indiscriminada en áreas pobladas o frecuentadas por civiles", continuó. "Algunos de estos actos pueden constituir crímenes de guerra", aseguró.

Los combatientes de Al Shabab, vinculados con la red terrorista Al Qaeda, controlan gran parte del centro y del sur de Somalia y prácticamente toda la capital. Los países vecinos y los gobiernos occidentales temen que si el Gobierno somalí cae, el país se convierta en un refugio seguro para campamentos de entrenamiento de Al Qaeda y que los milicianos desestabilicen la región.

Pillay, antigua fiscal de crímenes de guerra de la ONU, aseguró que los activistas pro Derechos Humanos, los trabajadores humanitarios, periodistas y desplazados son especialmente vulnerables. Al menos seis periodistas han muerto en Mogadiscio este año, cuatro de ellos presuntamente asesinados.

"Una vez que se haya restaurado el orden --y un día se restaurará-- los responsables de violaciones de Derechos Humanos y abusos deberían, y espero que lo hagan, ser llevados ante la Justicia", afirmó Pillay, nacida en Sudáfrica.

Pero, por ahora, las instituciones judiciales regulares han dejado de funcionar en Mogadiscio y en las zonas centro y sur, afirmó. "El personal de Derechos Humanos de la ONU ha recibido informaciones creíbles de que en las zonas controladas por grupos insurgentes, los tribunales ad hoc están juzgando y sentenciando a civiles sin el proceso debido y en violación de las leyes somalíes e internacionales", según esta responsables de la ONU.

Hoy, en la ciudad somalí de Baidoa, los testigos describieron cómo los rebeldes radicales islamistas decapitaron a seis personas por ser "cristianos" y "espías" en la última implantación de la ley islámica o 'sharia' que sigue Al Shabab.

Las agencias humanitarias de la ONU señalan que al menos 200.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en Mogadiscio desde que comenzara la ofensiva de Al Shabab el pasado mes de mayo. Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha tenido que cerrar sus centros médicos en el norte de Mogadiscio debido al enfrentamiento, la primera vez que su personal huye en 17 años.