Actualizado 30/04/2009 19:31

Artefactos sin explotar y vertederos descontrolados, amenazas medioambientales en Gaza, según el PNUD

MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

La munición sin explotar y los vertederos descontrolados de basura suponen la mayor amenaza medioambiental y de salud pública a los habitantes de la Franja de Gaza, de acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que señala que el aumento de los vertidos de aguas residuales sin tratar, la contaminación del suelo y del agua potable, así como los cultivos agrícolas contaminados y otros efectos medioambientales son los efectos medioambientales derivados de la última ofensiva israelí.

El Programa de Medioambiente de la ONU (UNEP) está realizando un estudio mayor y llevará a cabo una evaluación el próximo mes de mayo cuyos resultados saldrán a la luz en julio, señala la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

"La contaminación del agua y la tierra, y el tratamiento de residuos y basura peligrosos son las cuestiones más apremiantes", según un miembro del PNUD, Husam Tubail. El material peligroso incluye los residuos de las instalaciones sanitarias, asbestos y otros materiales mezclados con la basura, incluidas municiones sin estallar.

Cerca de 600.000 toneladas métricas de basura resultado de los bombardeos, y una parte mezclada con asbestos (un mineral similar al amianto), mientras la mayor parte de las casas en los campamentos de refugiados fueron construidas de hormigón y asbesto, señala el presidente de la autoridad de la calidad medioambiental de Gaza, Yusuf al Ghuraiz.

"Las fibras de asbesto son finas, y cuando son inhaladas entran en los tejidos pulmonares provocando cáncer", señala un ingeniero de la misma organización, Ibrahim Abdulá.

"Muchas casas de mi vecindario que fueron destruidas contenían asbestos", señala un habitante del área de A'Tufa, en ciudad de Gaza, Makram Hanoun. "Temo que la salud de mis hijos esté en riesgo por los humos tóxicos", añadió.

Otra gran amenaza para la salud también está provocada por la acumulación de cerca de 28.000 toneladas métricas de basura apiladas a través de Gaza durante el conflicto debido, en parte a la restricción de movimientos, según la oficina que el PNUD tiene en esta ciudad. Los vertederos en la zona ya están en su capacidad máxima, y las autoridades gazacíes ya han alarmado por los riesgos sanitarios para los niños que juegan sobre o cerca de estos residuos.

La organización humanitaria MAG Internacional y el Servicio de Desminado de la ONU (UNMAS) trabajan en la actualidad para eliminar los artefactos sin estallar y reducir así la amenaza de muerte y heridos, además de para facilitar el acceso seguro a las zonas destinadas para los desplazados internos y para los trabajadores humanitarios. Al menos siete personas han muerto por estos dispositivos desde que terminó el conflicto, uno de ellos la semana pasada en el este de Gaza, según Tubail.

"Cerca de 250 instalaciones industriales y fábricas --así como fábricas procesadoras de alimentos y tiendas pequeñas-- fueron destruidas", señaló Tubail. "Aún no está claro qué tipo de químicos fueron emitidos", anotó.

"Las Fuerzas israelíes usaron dos tipos de fósforo blanco durante su operación, el primero se utilizó en zonas abiertas, y el segundo como cortina de humo con piezas de fieltro construidas dentro del proyectil para absorber el fósforo blanco y así proteger a los soldados", señaló el portavoz de las Fuerzas israelíes, Maj Avital Leibovitz, a IRIN, asegurando que los dos tipos de municiones se utilizaron de acuerdo con el Derecho Internacional.