Asaja critica a la Junta andaluza porque diez años después del vertido de Aznalcóllar "las consecuencias perduran"

SEVILLA 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización agraria Asaja en Andalucía criticó hoy a la Administración andaluza porque diez años después del vertido de Anzanalcóllar (Sevilla) --25 de abril-- "las consecuencias perduran para numerosos afectados".

En un informe elaborado por Asaja-Sevilla para recordar lo que supuso esta catástrofe para agricultores y ganaderos y para recordar las actuaciones de la organización agraria, indica que "lo sucedido en Aznalcóllar hace diez años puede tomarse como el ejemplo contrario del comportamiento que debe caracterizar a una Administración".

"Volcada en las consecuencias medioambientales del desastre, su falta de empeño por subsanar el problema social ha hechoque las consecuencias de la catástrofe perduren una década después para numerosos afectados", subrayó Asaja-A.

Entre lo que aún está pendiente, la organización agraria indicó que "son muchos los ganaderos que reclaman a la Administración el pastoreo regulado de su ganado en el corredor verde, que quedó prohibido, mientras que en cambio sí se sigue permitiendo la actividad apícola en esta zona".

Además, detalló que caminos y servidumbres de paso que antes unían una margen del río con otra en Sanlúcar La Mayor han sido acotados y vallados y se ha prohibido el paso "dificultando el trabajo, el acceso a las fincas y el transporte de los inputs --piensos,abonos, semillas-- a las explotaciones".

Asimismo, señaló que agricultores y arrendatarios afectados también lamentan que no se haya contado con su propia maquinaria para llevar a cabo las labores de mantenimiento del corredor verde.

A esto hay que sumar que, según precisó, una veintena de afectados no han resuelto todavía su situación. "Algunos, pese a haber llegado a un acuerdo para la expropiación, no han podido cobrar el precio fijado en su día por sus tierras por problemas burocráticos con la Administración. Otros, arrendatarios y propietarios que no llegaron a un acuerdo de expropiación, aún están en espera de la decisión de la sala de lo contencioso administrativo del TSJA".

Por último, recordó que el 25 de abril de 1998 Andalucía vivió "la peor catástrofe medioambiental de su historia". A las tres y media de la madrugada, los muros de contención de la balsa de residuos de la mina de Aznalcóllar, que regentaba la empresa sueca Boliden Apirsa S.L., se rompieron, liberando 2.000 millones de litros de lodos y otros tres 1.000 millones de agua contaminada al río Guadiamar, "degradando y destruyendo gran parte de su cauce y de sus zonas colindantes y anegando a su paso fincas y pozos de ambas márgenes en un recorrido de 40 kilómetros".