Las autoridades abren el primer campo de desplazados en la ciudad de Kabo (R.Centroafricana), con ayuda de la ONU

MADRID 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

La violencia perpetrada por bandidos o 'zaraguinas' en el norte de República Centroafricana ha provocado una nueva ola de desplazados internos, por lo que las autoridades se han visto obligadas a abrir el primer campo de desplazados en la ciudad de Kabo, en el norte del país, con la ayuda de Naciones Unidas (ONU).

Desde principios de año, más de 900 personas han llegado a Kabo, lo que ha llevado a las autoridades a abrir un centro para acoger a los recién llegados.

El Programa Mundial de Alimentos abastece la ayuda alimenticia, mientras que el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de Naciones Unidas para la infancia se encargan de abastecer mantas, mosquiteros, botellas de agua y jabones.

En un momento en el que el diálogo entre los diferentes partidos políticos está en desarrollo y en el que las tensiones entre los grupos armados y el Gobierno parecen haberse apaciguado, es perturbador ver cómo las poblaciones de la República Centroafricana continúan huyendo de sus casas, consideró el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Juan Holmes,en un comunicado emitido ayer. Además, instó a las partes a dejar de atentar contra los civiles y sus bienes.

Las personas desplazadas ascienden a 197.000 en el país, es decir, el 5 por ciento del conjunto de la población. Con el aumento del vandalismo en la región, cada vez más personas buscan seguridad en las ciudades, explica la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Por otro lado, 98.000 personas dejaron el norte del país para buscar refugio en los países vecinos, en particular en Chad y en Camerún.