NUEVA YORK, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha acogido con agrado la declaración emitida por el G-8 sobre el cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo, que ha calificado de un buen comienzo para dirigir las tres crisis mundiales interrelacionadas, y subrayó la necesidad de realizar una acción más rápida.
"La discusión que se ha mantenido aquí marca el inicio de unos esfuerzos mundiales que deben acelerarse durante las próximas semanas y meses", dijo Ban en un comunicado publicado este miércoles. También se mostró satisfecho con el objetivo a largo plazo de reducir las emisiones al menos un 50 por ciento en el año 2050, al cual se refirió como "un claro paso hacia adelante".
Al mismo tiempo, subrayó la necesidad de ir más lejos. "El próximo año en Copenague necesitamos acordar de forma colectiva el ambicioso objetivo de reducir las emisiones a medio plazo por parte de los países desarrollados, junto con garantizar los esfuerzos de los países en desarrollo para reducir el crecimiento de sus emisiones, consecuente con los principios de las comunes aunque diferenciadas responsabilidades", añadió.
También se alegró por el "fuerte compromiso" del G-8 de dirigir la crisis mundial alimentaria. "El sentido de urgencia demostrado por el G-8 para hacer frente a las necesidades más inmediatas de comida, nutrición y de la agricultura de millones de personas hambrientas en todo el mundo es alentador", manifestó Ban.
"Sin embargo, el G-8 pide a todos los estados miembros contribuir con esta parte de responsabilidad y que debe acompañarse por una buena voluntad para abordar las causas estructurales subyacentes de esta crisis con un sentido similar de urgencia", añadió, enfatizando la necesidad de aumentar significativamente la inversión tanto pública como privada en la agricultura.
El secretario general, satisfecho con el incremento de la atención dada a los temas sanitarios en la cumbre, pidió al G-8 que actúe rápidamente para cumplir con su promesa de aumentar el acceso a 100 millones de mosquiteras tratadas con insecticida para terminar con las muertes por malaria en el año 2010. "Vemos cuánto necesita hacerse en estas áreas. Ahora el desafío es moverse desde las discusiones a la acción", concluyó Ban.
