MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada cinco trabajadores de la Comunidad de Madrid es de origen inmigrante, lo que supone un 20 por ciento de los empleados de la región, afirmó hoy el director general de Empleo, Valentín Bote.
Durante una jornada sobre Inmigración y Mercado de Trabajo a la que asistió con el viceconsejero de Empleo y Mujer, David Pérez; Bote afirmó que Madrid es la Comunidad en la que "se ha registrado una afluencia de trabajadores inmigrantes más intensa". "Si en 1996 había 25.000 inmigrantes, hoy son 617.000 las personas de origen inmigrante trabajando en la Comunidad de Madrid", afirmó.
Por otra parte, Bote mostró su preocupación por los últimos datos económicos, "que están siendo peor que las previsiones". "Se esperaba un crecimiento de la economía española del 2,4 por ciento, mientras las previsiones oficiales hablaban de un 3,1 por ciento", añadió.
"Hoy ese 2,4 por ciento está en la banda de los más optimistas, y los más pesimistas dicen que la economía española va a crecer en torno a un uno por ciento", declaró el director general.
"Esto significa un segundo semestre del año con crecimiento negativo", señaló Bote, quien añadió que "la inmigración ya está sufriendo de manera intensa el incremento del desempleo". "El algunas comunidades el 40 por ciento del crecimiento del desempleo corresponde a trabajadores inmigrantes", apuntó.
Asimismo, el director afirmó que "en todas las crisis, el primero que sufre las consecuencias de manera más directa es el trabajador con un bajo nivel de calificación". "En los últimos años han entrado muchos inmigrantes de este perfil y su escenario en caso de desocupación es más dramático que el de otras personas", dijo.
De esta manera señaló que "hace poco el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, tuvo que admitir que existía la inmigración ilegal" y destacó que el dirigente socialista "la cifró en 300.000 personas".
"La afiliación de extranjeros en España es de 2 millones de personas y por su parte, la encuesta de población activa que capta todo tipo de trabajadores, regulares e irregulares, habla de 2,9 millones, por lo que si hay 900.000 trabajadores sin regularizar, basta con que se añadan hijos y hermanos para que podamos estar hablando de 300, 400 o 500.000 más", concluyó.