PEKÍN 17 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El Ministerio de Exteriores chino ha respondido al comunicado de la Unión Europea, lamentando la última oleada de detenciones y represión contra activistas pro Derechos Humanos puesta en marcha por Pekín, declarando que se trata de asuntos internos ante los que no tolera la interferencia exterior.
"China es un Estado de Derecho y maneja los asuntos relevantes estrictamente de acuerdo con la ley. Nos oponemos a que ningún país extranjero interfiera en la política interna china", declaró hoy Liu Jianchao, uno de los portavoces del Ministerio, durante una rueda de prensa rutinaria.
La Unión Europea expresó ayer su "profunda preocupación" ante los recientes arrestos de defensores de la aplicación de los DDHH en el país, entre los que se encuentra Liu Xiabo, conocido también por su participación en las protestas democráticas de Tiananment, en 1989.
Liu fue detenido este mes, en la víspera de la celebración del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además de él han desaparecido, al menos, otros cuatro activistas, todos ellos firmantes de la Carta 08, un manifiesto por la libertad y la reforma democrática e China.
Además de por el estado de estos activistas, las organizaciones pro DDHH también han manifestado su inquietud ante la situación de otros disidentes políticos ya detenidos, como es el caso de Hu Jia, cuyo nombre sonó como posible candidato al Nobel de la Paz de este año y que terminó recibiendo el premio Sajarov 2008 a la libertad de conciencia.
Hoy, los grupos Human Rights Watch y Physicians for Human Rights han hecho público un comunicado en el que piden al Gobierno chino que garantice a Hu Jia, enfermo de hepatitis B, tratamiento médico.
Las organizaciones señalan que las autoridades penitenciarias se han negado a facilitar tanto a Hu como a sus familiares los resultados de sus últimos análisis, y que el activista, condenado en abril a tres años y medio de cárcel por "incitar a la subversión contra el Estado", según rezaba su sentencia, no está recibiendo los cuidados necesarios.