Actualizado 26/04/2011 13:13

La Comisión Europea decidirá el próximo 12 de mayo el contenido de los test de estrés, según un subdirector del CSN

Central nuclear de Trillo
EUROPA PRESS/TRILLO


MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea decidirá el próximo 12 de mayo el contenido y alcance de los test de estrés a los que serán sometidas las centrales nucleares y unos días después el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se los pedirá a las instalaciones, según ha precisado el subdirector de Infraestructuras Nucleares del CSN, Javier Zarzuela.

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Zarzuela ha añadido que en unos seis meses las instalaciones "deben hacer su estudio y entregárselo al CSN, que antes de tres meses presentará finalmente los resultados", aunque ha aclarado que "el calendario no está cerrado".

Así, ha comentado que el test de estrés "consiste en una especie de reevaluación de la seguridad, aunque no se va a evaluar la resistencia sísmica o de inundación de las centrales, que ya se ha hecho, sino que el enfoque consiste, por una parte, en repasar los fundamentos del estudio que se hizo en su momento y por otro lado, que es lo novedoso, en analizar la robustez sísmica".

En este sentido, ha concretado que "la robustez consiste que una central española típica sea capaz de soportar una aceleración máxima del suelo de 0,17 Gs, lo que equivale al 17 por ciento de la aceleración de la gravedad". Así, ha asegurado que "se sabe la central que tiene que soportar esta aceleración la va a soportar" y ha aclarado que "no es lo mismo resistir 0,18 Gs, que significa cumplir la norma, que aguantar 0,30 Gs, lo que equivale a cumplirla con mucha holgura".

"Cuanta más holgura, más robustez", ha añadido, al tiempo que ha apuntado que en España "se ha hecho el análisis sísmico en algunos temas de robustez, aunque en otros no se ha llegado a hacer esta evaluación y a la vista de los resultados habrá que sacar las conclusiones oportunas".

Finalmente, Zarzuela ha apuntado que los riesgos potenciales de las ocho centrales españolas que están activas y diseñadas de acuerdo con la sismicidad del territorio "son los mismos que los del resto de instalaciones del mundo occidental" y que actualmente se están estudiando las posibles consecuencias de desastres naturales como inundaciones, rayos, tormentas, ciclones o terremotos".