NUEVA YORK 29 Jul. (Reuters/EP) -
El Consejo de Seguridad de la ONU se encontraba ayer dividido acerca de un esfuerzo llevado a cabo por Libia y Sudáfrica para que el Consejo intente evitar que el Tribunal Penal Internacional acuse al presidente de Sudán, Omar Hassan al Bashir, de genocidio.
El organismo debatió las propuestas de ambos países después de que el fiscal jefe del TPI, Luis Moreno-Ocampo, pidiese a los jueces del tribunal que preparasen una orden de arresto contra el mandatario sudanés por los crímenes de guerra cometidos en Darfur. Moreno-Ocampo acusa Al Bashir de orquestar una campaña de genocidio en la que ya han muerto al menos 35.000 personas, ha provocado una "muerte lenta" a al menos otras 100.000 personas y ha obligado a 2,5 millones de habitantes a dejar sus casas.
Sudáfrica y Libia, respaldadas por Rusia y China, quieren incluir un párrafo que detenga cualquier movimiento del TPI en una resolución en la que se extenderá el mandato de la misión conjunta de pacificación de la ONU y la Unión Africana en Darfur, conocida como UNAMID, que expira el jueves.
CONSEJO DIVIDIDO
Aun así, Estados Unidos, Francia y otros países occidentales dejaron claro que pretender separar los dos temas, por lo que el Consejo no llegó a ningún acuerdo. "Estamos divididos en el Consejo", resaltó el embajador estadounidense en la ONU, Zalmay Jalilzad. Además, comentó que no tiene sentido vincular el mandato de la UNAMID a cualquier posible caso futuro del TPI.
Bajo el artículo 16 de los estatutos del TPI, el Consejo de Seguridad puede aprobar una resolución en la que se suspenda una investigación del tribunal o las acusaciones durante un año. "Esto no debería mantenerse secuestrado". "Todo el mundo esta de acuerdo en que (el mandato) debe extenderse", comentó Jalilzad. "En lo que la gente discrepa es en si se debe tratar ahora el artículo 16. Debemos avanzar (...) con lo que todo el mundo está de acuerdo", añadió.
Aun así, no se espera que el tribunal llegue a ninguna conclusión sobre la recomendación de Moreno-Ocampo hasta dentro de varios meses.
La Liga Árabe y la Unión Africana ya han expresado su preocupación de que si un fiscal del TPI se enfrenta a Al Bashir eso podría dañar los esfuerzos para intentar terminar con el conflicto de la región sudanesa y por ello pidieron también que se aplique el artículo 16.
"AFRENTA A ÁFRICA"
Por su parte el embajador sudanés en la ONU, Abdalmahmoud Abdalhaleem, criticó a Jalilzad por sus comentarios. "No es Sudán quien pide (la aplicación de) el artículo 16, es África", aseguró. "Es una afrenta contra África, es un insulto para todo el continente", agregó.
Se espera que el Consejo vote mañana sobre un borrador de resolución británico para extender el mandato de la UNAMID durante un año, aunque los diplomáticos afirman que se retrasará hasta el jueves, el último día del actual mandato.