Actualizado 05/09/2008 20:20

Corbacho: "La política de inmigración de Jesús Caldera fue magnífica, pero ya está amortizada"

Dice que el pleno empleo es uno de sus objetivos de legislatura y que no ve en el ánimo de los sindicatos ir a una huelga general


MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, cree que la política de inmigración que llevó adelante su antecesor, Jesús Caldera, en los últimos cuatro años fue "magnífica", si bien piensa que "ya está amortizada". Además, asegura que uno de los objetivos de su ministerio para esta legislatura es alcanzar "el pleno empleo", al tiempo que dice no alcanzar a ver en el ánimo de los sindicatos una huelga general. "Sería una irresponsabilidad, porque iríamos a peor", subraya.

En una entrevista con la revista 'Trámite Parlamentario', que recoge Europa Press, Corbacho ve con buenos ojos el pacto sobre inmigración promovido por el presidente de la UE de este semestre, Nicolás Sarkozy. A su juicio, la inmigración hay que ligarla "siempre" al mercado laboral y en Europa y en España ésta tiene que ser "regular y legal".

Ello exige, según explica el titular de Inmigración, que tiene que haber controles "precisos" con el fin de que ni en Europa ni en nuestro país la inmigración ilegal se convierta en "el fenómeno mayoritario".

HAY QUE IR CON LOS FAROS LARGOS

En este sentido, Corbacho recuerda que a partir del presente mes de septiembre el Gobierno va a abrir un proceso de reforma de la Ley de Extranjería y se mostró convencido de que se encontrará "el consenso suficiente" para renovar aquellas "cuatro o seis cosas" en las que se coincide. "Por ejemplo --cita--, la reagrupación familiar".

Preguntado sobre si, en comparación con Jesús Caldera, su antecesor en el cargo, se siente "el poli malo" en relación con la inmigración, Corbacho responde que "en política nunca se puede ir con el espejo retrovisor" sino con "los faros largos".

En su opinión, la política de Caldera en esta materia fue "magnífica", pero está "amortizada". "Yo vengo del mundo de la realidad, y hay dos discursos que en la inmigración no sirven para nada: los discursos de salón teóricos y los discursos de que 'yo en 48 horas lo resuelvo todo'". En su opinión, hay que desconfiar de los dos.

En el ámbito laboral, el ministro de Trabajo afirma que en la coyuntura económica por la que atraviesa el país no se puede hablar de pleno empleo, si bien reconoce que conseguirlo es uno de los objetivos que se ha marcado para esta legislatura.

REBAJAR AL 8 POR CIENTO LA TASA DE DESEMPLEO

En aras de ese objetivo, Corbacho asegura que trabajará para rebajar la actual tasa de desempleo, que se encuentra en el 10,5 por ciento, y volver a situar al país en torno al 8 por ciento, que es donde estaba antes de las elecciones de marzo, "lo que supone casi el pleno empleo".

"Ahora todos los objetivos y las prioridades tienen que ser para superar esta situación de dificultad económica que estamos atravesando y entrar lo antes posible en una senda de recuperación", agrega.

Preguntado sobre si piensa que Zapatero tendrá que enfrentarse a una huelga general de los sindicatos como en su día las tuvieron Felipe González y José María Aznar, Corbacho responde: "No alcanzo a ver ni el ánimo ni el espíritu de los sindicatos que digan 'nos tenemos que lanzar a la calle'". "La huelga es un derecho que tienen los trabajadores reconocido en la Constitución. Sin embargo, debe ser la última decisión que se adopte", apunta.

En cualquier caso, el ministro de Trabajo ve en una posición "muy responsable y seria" a los sindicatos, a los que garantiza que el Gobierno va a discutir "todo lo que haga falta" y a resolver los acuerdos mediante el diálogo. "Nunca se tomará una decisión sin diálogo", remacha.