PALMA DE MALLORCA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Educación y Cultura, Bàrbara Galmés, afirmó hoy que la objeción de conciencia contra la asignatura Educación por la Ciudadanía, que prevé impartirse en Baleares a partir del próximo curso, es un camino "muy peligroso" que nunca antes se había producido con alguna otra materia, al tiempo que criticó las "presiones y amenazas" del Instituto de Política Familiar (IPF) de las islas.
Tras la presentación de los nuevos programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), Galmés respondió a las recientes declaraciones realizadas desde el IPF, que criticó que una asignatura que "en teoría enseña democracia y derechos humanos se imponga a base de presiones y amenazas a padres y alumnos", respecto a lo cual la consejera aseveró que esta actitud no procede de su departamento sino de esta institución.
Tal y como recalcó, EpC, aprobada por el Gobierno central, contribuye a una de las ocho competencias que debe desarrollar el alumno, aseverando que, en contra de lo que recriminan desde el IPF, la asignatura no contempla planteamientos morales sino que es "totalmente social" y educa a los estudiantes en sus responsabilidades sociales. "En ningún momento entra en planteamientos morales, que según dicen desde la entidad es exclusivo de las familias", remarcó.
"La asignatura no da opción moral", reiteró la titular de Educación, quien aseveró que las justificaciones que ofrece el IPF las puede alegar respecto a otras materias que presentan contenido ideológico o diversos enfoques, como filosofía, historia o ética. Galmés explicó que la pretensión es recapitular en una sola asignatura el contenido "fundamental" que se ofrece en éstas para que los alumnos salgan titulados "como ciudadanos responsables".
Por otro lado, hizo referencia a la advertencia realizada ayer por los obispos de Baleares, que avisaron de que llevarán al Gobierno balear a los tribunales si no ofrece alternativa a la religión en bachiller, y explicó en este sentido que la Consejería, de acuerdo a la Ley Orgánica de Educación (LOE) ha establecido dos horas de religión en este tramo académico y apuntó que lo que ha hecho su departamento ha sido "traducir al catalán" el Real Decreto aprobado por el Ministerio de Educación.
Según recordó, en el sistema público de las islas hay 270 alumnos (6 por ciento) que estudian religión, al tiempo que señaló que "en ningún caso" se ha sacado esta asignatura del horario lectivo de bachiller sino que se ofrece la posibilidad de que las dos horas tengan como alternativa la tutoría individualizada u otras actividades. No obstante, manifestó que cada centro es el que organiza su propio horario.