Actualizado 07/10/2009 13:05

Los equipos de rescate extranjeros comienzan a abandonar Indonesia


PADANG (INDONESIA), 7 Oct. (Reuters/EP) -

Los trabajadores de los equipos de ayuda continúan este miércoles intentando llegar hasta los supervivientes --aún sin alimentos ni alojamiento-- del terremoto que arrasó la semana pasada Indonesia, mientras que los equipos de rescate extranjeros comenzaron hoy a recoger su equipamiento para abandonar el país.

La ayuda ha llegado con cuentagotas a la ciudad de Padang, en Sumatra Occidental, desde el terremoto del pasado 30 de septiembre, pero la escala del desastre, las fuertes lluvias y las infraestructuras, destrozadas, han dificultado que la ayuda llegue a las zonas afectadas. Mientras, los equipos de rescate de países como Corea del Sur, Singapur y Reino Unido comenzaron hoy a recoger los equipos y a dejar su base, situada en la casa del gobernador de Padang.

Los helicópteros son a menudo la única vía para que llegue la asistencia a algunas comunidades aisladas en las colinas que rodean Padang. "Vivo en una tienda de campaña y no hemos recibido ningún tipo de ayuda. Estoy muy enfadado con el Gobierno local", afirmó un residente en una zona a las afueras de Padang, Ardi, de 31 años, que perdió a dos de sus cuatro hijos por los aludes.

Un portavoz de la organización Save the Children, John Bugge, informó de que ahora mismo el mayor riesgo es la neumonía, que puede afectar especialmente a los niños, puesto que carecen tanto de alimentos como de refugio en las comunidades que rodean Padang. Aunque algunas escuelas han abierto sus puertas, de acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) más de 1.000 han resultado destrozadas o dañadas, por lo que se han abierto centros temporales en tiendas de campaña para que los niños puedan jugar.

"Aún estoy asustado porque pueda haber más terremotos, por lo que le dije a mi madre que nunca dormiré más dentro de nuestra casa, porque podría derrumbarse", afirmó Yuhza Indra, de once años y que se aloja en un centro temporal a las afueras de Padang.

De acuerdo con la ONU, los residentes de la zona han comenzado a reciclar los materiales de construcción, y se estima que entre el 40 y el 70 por ciento de dicho material puede ser reutilizado. Además, los escombros pueden ser utilizados de nuevo para reparar las carreteras, aunque los residentes requerirán asistencia para el derribo de los edificios más inseguros.

Según las organizaciones que trabajan en el terreno, las informaciones indican que hay indicios de que la vida vuelve a la normalidad en algunas zonas de la ciudad, ya que los negocios comienzan a abrir sus puertas y las clases se han reanudado. De acuerdo con las autoridades educativas, al menos 70.000 niños han regresado a las clases, lo que supone un 40 por ciento de la población en edad escolar de la capital provincial.