Gobierno gallego aboga por "adelgazar" la "necesaria" burocracia para traer a niños saharauis en verano a Galicia

A CORUÑA 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

El delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, abogó hoy por "dar oxígeno y adelgazar" la burocracia necesaria para traer niños saharauis a Galicia en los meses del verano dentro del programa 'Vacaciones en Paz'.

Así señaló que, si bien "es imprescindible el mal necesario de la burocracia para traerlos con todas las garantías", no debe convertirse "en el principal problema, ni impedir el desarrollo y la buena vida de este proyecto".

Ameijeiras aportó además "toda la colaboración de la Delegación" para traer a estos niños a Galicia, ya que, explicó, para poder traer a los niños en julio hay que empezar con los trámites en octubre, y además se generan cerca de 35.000 documentos.

"Para desarrollar esta acción que ennoblece las relaciones de los pueblos y refuerza el carácter humanitario, deben evitarse las interferencias y adelgazar la burocracia con un contacto directo con la Delegación y que no se convierta en una complicación o impedimento para la llegada de los niños", señaló.

Ameijeiras hizo esta declaraciones en una recepción a una representación de niños integrantes del programa en Galicia que, según avanzó el delegado del Gobierno Saharaui, Ahmedu Majtar, son 846 pequeños de entre siete y trece años que estarán durante los meses de julio y agosto repartidos por los 180 ayuntamientos de la comunidad, dentro de un grupo de 9.000 niños que forman parte de 'Vacaciones en Paz' a nivel estatal.

ACTO DE JUSTICIA

Majtar agradeció a los instituciones y a las familias de acogida su participación en el programa, aunque reconoció que "las vacaciones deseables para los pequeños son unas en un Sahara libre, soberano e independiente". "Llevamos 33 años esperando ese acto de justicia y poder elegir libremente nuestro futuro", sentenció.

El delegado saharaui recordó que el programa se desarrolla ya desde hace veinte años y convierte a los pequeños "en mensajeros de paz y de la causa saharaui en España" y que puede desarrollarse gracias a las familias solidarias "que abren su casa y su corazón para que puedan pasar dos meses lejos de las inclemencias de la naturaleza de ese exilio y pedregal en el que han nacido y que no les permite conocer otro mundo".

A lo largo del verano los padres de acogida aprovechan para llevarles a revisiones médicas, ofrecerles una dieta equilibrada y contribuir a la mejora de sus condiciones físicas, si bien lo que más llama la atención a los niños es "el mar, las bicicletas, los grifos, las ciudades y los medios de transporte".