MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros aprobó hoy un Real Decreto que prohíbe el mantenimiento de cables de alta tensión cuando soporten nidos o estén cerca de éstos de determinadas aves protegidas. En general, la norma establece medidas de carácter técnico en instalaciones eléctricas aéreas de alta tensión con objeto de proteger la avifauna de los riesgos de electrocución y colisión en estas infraestructuras.
Concretamente, en la época de nidificación, reproducción y crianza se prohíben los trabajos de mantenimiento de las partes de los tendidos eléctricos que soporten nidos o que en sus proximidades nidifiquen aves incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. No obstante, se autorizarán excepcionalmente reparaciones de averías siempre que éstas perturben el normal suministro de energía.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que con esta norma se da cumplimiento a la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que obliga al Ejecutivo a desarrollar cuantas disposiciones sean necesarias para proteger la biodiversidad. "Con este decreto se pone de nuevo de manifiesto que progreso económico y protección del medio natural pueden ir de la mano", aseguró.
Se estima que varias decenas de miles de aves mueren cada año en España debido a los tendidos eléctricos, con los consiguientes cortes e irregularidades en la distribución eléctrica.
La nueva norma afecta a todas las instalaciones eléctricas aéreas de alta tensión de nueva construcción, así como las ampliaciones o modificaciones de instalaciones eléctricas aéreas de alta tensión ya existentes en las zonas de protección para la avifauna. Además, la norma también se aplica a las instalaciones eléctricas aéreas de alta tensión existentes a su entrada en vigor. Serán obligatorias las medidas de protección contra la electrocución y voluntarias las medidas de protección contra la colisión.
45 MILLONES DE EUROS
Además, la normativa obliga a que en zonas de protección de aves todas las líneas peligrosas habrán de ser modificadas para adecuarse a diseños inocuos para las aves en un plazo no superior a los cinco años. Para ello, se establece una línea de ayudas que financiará en su totalidad la modificación de estos tendidos. Se calcula que será necesaria una inversión de, aproximadamente, 45 millones de euros para solucionar definitivamente este problema.
Concretamente, deberán aplicarse estas medidas en los territorios designados como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA); los ámbitos de aplicación de los planes autonómicos de recuperación y conservación para las especies de aves incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas o de las comunidades autónomas; y las áreas prioritarias de reproducción, alimentación, dispersión y concentración local de aquellas especies de aves incluidas en estos catálogos cuando dichas áreas no están ya comprendidas en las anteriores.
Según el Ejecutivo, la creciente demanda de energía eléctrica ha provocado el incremento del número de líneas y tendidos eléctricos ubicados en el medio natural. Ante la inexistencia de una normativa específica, estas instalaciones carecían de los elementos necesarios que aseguren su inocuidad para las aves, incluidas las especies incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
ÁGUILA IMPERIAL Y AZOR PERDICERA, AMENAZADAS
Las investigaciones sobre las causas de mortandad no natural más frecuentes en la avifauna han puesto de manifiesto que entre las principales se encuentran la electrocución y la colisión en las estructuras de conducción eléctrica, hasta el punto de suponer actualmente el principal problema de conservación para especies tan emblemáticas como el águila imperial ibérica, el águila-azor perdicera y otras grandes rapaces.
La electrocución también afecta a muchas especies más comunes, como águilas reales, culebreras, aguilillas calzadas, milanos negros, azores, ratoneros, cigüeñas y búhos reales.