El Gobierno somalí pide a Kenia que le ayude en la búsqueda de las dos monjas secuestradas ayer

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 11 noviembre 2008 13:59

GARISSA (KENIA), 11 (Reuters/EP)

Los somalíes armados que secuestraron ayer a dos monjas italianas de una ciudad fronteriza con Kenia se trasladaron hoy hacia una zona más profunda de Somalia, según una fuente gubernamental somalí que pidió al Gobierno de Kenia que ayude a localizarlas.

Las dos fueron secuestradas ayer por decenas de atacantes que asaltaron la ciudad de El Wak, disparando indiscriminadamente y lanzando un cohete contra un puesto policial antes de retroceder a través de la frontera en vehículos robados.

El secuestro subraya los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios en este país del Cuerno de África, quienes han sido el objetivo cada vez más frecuente durante este año de secuestros y asesinatos, de los que se culpa a los rebeldes islamistas, milicias de diferentes clanes o grupos criminales.

"Hemos estado buscando a las monjas y a los criminales desde ayer por la noche y no hay ninguna pista sobre ellos", declaró el administrador del distrito somalí de El Wak, Husein Sheij Hasan, quien añadió que cree que los secuestradores se dirigen hacia Garbahaarey, situada a unos 175 kilómetros al noreste de la ciudad de El Wak.

"Es muy difícil seguir sus huellas, por lo que pedimos al Gobierno de Kenia que coopere y nos ayude a coordinar la búsqueda (...). Damos la bienvenida a cualquier delegación de Kenia, ya sea de seguridad o de ancianos, para poder rescatar a las monjas y recuperar los coches", añadió Sheij Hasan.

Los ataques a través de la frontera son comunes en esta región, pero normalmente se centran en el robo de ganado o bandas de ladrones que roban a empresarios de ambos países. Las fuerzas de seguridad de Kenia pueden hacer poco para patrullar en esta zona inmensa y empobrecida.

El grupo misionero de las monjas secuestradas, el Movimiento Contemplativo Misionero Padre de Foucauld de Cuneo (norte de Italia), las identificó ayer como Caterina Giraudo, de 67 años, y María Teresa Olivero, de 60, quienes llevaban años trabajando en favor de la población somalí refugiada en Kenia, según declaró el responsable de esta institución religiosa, Pino Isoardi, a la agencia de noticias católica Misna.

Las sospechas de secuestros y asesinatos recaen normalmente sobre los insurgentes islamistas, pero los líderes rebeldes aseguran que el ala dura del Gobierno está detrás de las muertes para desacreditarlos y provocar la intervención de la comunidad internacional.

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