BARCELONA, 26 May. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Acción Social y Ciudadanía de la Generalitat promoverá que el 38% de los municipios catalanes, y donde vive el 12% de los jóvenes de la comunidad, que no disponen de un plan de juventud con subvenciones de la Generalitat tengan uno antes del final de esta legislatura, según anunciaron hoy la consellera, Carme Capdevila, y el secretario de Juventud, Eugeni Villalbí.
Según Villalbí, se trata de elaborar un plan específico para las localidades pequeñas y medianas que tiene que dar servicio "a todos los jóvenes" catalanes, uno de los retos de la Conselleria, así como mejorar la calidad de los proyectos y consolidarlos en planes bianuales para dar "más estabilidad a los Ayuntamientos y técnicos", afirmó.
En una rueda de prensa en la sede de la Secretaría General de Juventud, Capdevila destacó que se han cumplido los objetivos de este año al llegar al 62% de municipios --592-- y el 88% de la población joven con planes que, según la consellera, buscan la igualdad de oportunidades y el acceso a los servicios de los jóvenes sin olvidar su arraigo en el territorio.
Destacó que el 94% de los municipios de las Terres de l'Ebre ya cuentan con uno, a los que en el conjunto de Catalunya la Generalitat invirtió cerca de 26 millones de euros entre 2004 y 2007, y a los que prevé destinar unos ocho millones durante este año, según avanzó Capdevila.
PROYECTOS CON "BUENA NOTA".
El secretario de Juventud destacó cinco de los planes que han obtenido "una buena nota" por parte de la Conselleria, que para subvencionarlos exige que los Ayuntamientos trabajen con los propios jóvenes, y que representan diversas realidades de Catalunya.
Uno es Vallfogona del Ripollès (Girona), donde se ha trabajado con los 28 jóvenes del municipio, de 219 habitantes, y se ha construido viviendas de alquiler de protección oficial, se ha instalado el acceso a la banda ancha y se dan ayudas a la movilidad.
Otros son Santa Bàrbara (Tarragona), en que se ha constituido un buen tejido asociativo, y La Seu d'Urgell (Lleida), donde se ha promovido la conversión de un antiguo matadero en centro cívico para que también acoja actividades juveniles.
En algunas ocasiones los proyectos superan el nivel de los municipios como es el caso de la zona del Lluçanès, donde trabajan conjuntamente 13 localidades para que, entre otros, todos los jóvenes puedan acudir en su pueblo a un punto de información móvil.
