LEON 18 Abr. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Eva Concha) -
Instituciones Penitenciarias y el Gobierno de Cantabria han puesto en marcha el programa SENDA, de reeducación y terapia para hombres que ejercen la violencia en la pareja, en el que participan durante un año 90 hombres, la mayoría de ellos con condenas judiciales, aunque también hay algunos voluntarios. "Es el primer programa nacional que en su estructura técnica aglutina tratamiento individual y grupal", explicó el médico sexólogo Carlos Sanmartín Blanco, secretario general de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) y responsable de este programa iniciado la semana pasada.
Dicho programa, que consta de un año de terapia intensiva y dos de seguimiento, es pionero por el hecho de contar con terapia individual sobre los maltratadores. Sus usuarios son, en su mayoría, hombres con una sentencia judicial por maltrato que les ofrece la opción de sustituir la pena condicionada a la relación de un programa de terapia", explicó el doctor Sanmartín, quien defendió la idoneidad de este tipo de iniciativas a pesar de las reticencias que provocan en buena parte de las víctimas.
Sin embargo, según este experto este tipo de programas ofrecen mayor protección a las víctimas ya que "permiten tener un contacto semanal con el maltratador y hacer una valoración constante del riesgo, ya que cada mes tiene que realizar un cuestionario sobre esta cuestión. Hay un estrecho contacto y se dispone de instrumentos de medida para detectar el riesgo, lo que incrementa la protección de la víctima, además de intentar reeducar al maltratador", aseguró.
El coordinador del programa SENDA señaló, en el marco del X Congreso Español de Sexología que se celebra hasta el domingo en León, que este tipo de iniciativas son pioneras y muy necesarias, ya que "hasta ahora los recursos que se destinaban a este campo eran para la víctima, que era la prioridad. Ahora es el momento de cerrar el círculo y los maltratadores están en el punto de mira de las autoridades".
Este experto quiso dejar claro que el maltratador "no es un enfermo, no es necesariamente alguien que haya tenido una historia de maltrato familiar y no es un alcohólico. Hay que romper los mitos que tienden a justificarlos". Según explicó, se trata de individuos "con baja autoestima que ponen a prueba su estima ejerciendo la autoridad y el abuso de poder sobre sus víctimas, que elige en función de su vulnerabilidad, y por eso siempre son mujeres y niños". No obstante, quiso dejar claro que el maltratador "no lo lleva escrito en la cara y puede ser ese vecino tan simpático y educado, de cualquier clase social y económica". Asimismo, precisó que el maltrato tampoco es algo que deba asociarse con la inmigración.
Instituciones Penitenciarias está poniendo en marcha estudios sobre hombres con sentencia condenatoria por maltrato a nivel nacional, aunque el programa SENDA, en colaboración con el Gobierno cántabro, es el único que incluye voluntarios, atendidos por 200 profesionales formados como agentes de prevención e intervención en violencia familiar, señaló Sanmartín.
Por otra parte, el presidente del comité organizador del Congreso, Miguel Ángel Cueto, se refirió al programa Fénix, una iniciativa que ha evaluado el efecto de una terapia psicológica específica en hombres maltratadolres. "Se ha incluido a cerca de 50 varones leoneses voluntarios que han sido sometidos a un año de tratamiento psicológico de tipo conductual, cognitivo y afectivo-relacional".
Con estas sesiones grupales, según Cueto, "se consigue reducir la probabilidad de reinicidencia y se rompe el círculo de violencia como estrategia de control-poder, al tiempo que se enseña al maltratados estrategias alternativas a la agresión y mejoran la calidad de las relaciones de parejas futuras". Se calcula que en España 1,8 millones de mujeres viven en situación de riesgo con sus parejas.