MADRID 21 May. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas hizo un llamamiento anoche a la comunidad internacional para que continúe fomentando el trabajo de sus agencias en Oriente Próximo y expresó su preocupación sobre las deterioradas condiciones de salud de los refugiados palestinos, especialmente los que viven en la Franja de Gaza y Cisjordania.
En un informe publicado la pasada madrugada, la ONU y su Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que trabaja en Oriente Próximo aseguran que muchas familias palestinas deben gastar dos terceras partes de sus ingresos en comida.
Los crecientes índices de pobreza y el difícil acceso a alimentos cualificados son los mayores riesgos para su salud, aseguró el director de los servicios de salud del UNRWA, Guido Sabatinelli. Este órgano de la ONU asegura ser testigo de la diabetes, la hipertensión, estrés postraumático y otros trastornos de la conducta relacioneados con la violencia.
Con una red de 129 centros de salud y once clínicas móviles, UNRWA daba cobertura a nueve millones de refugiados, según Sabatinelli, quien añadió que esta agencia está satisfecha por haber podido controlar todas las enfermedades contagiosas, sin que se hayan producido brotes de epidemias.
La UNRWA asegura que el incremento de precios en el mundo le ha impedido distribuir todas las medicinas necesarias para los refugiados. Además, esta agencia asegura que sus trabajadores han encontrado problemas de acceso para asistir a aquellos que dependen de otras personas para poder desplazarse.
Este órgano de la ONU pide también un aumento del 30% en su presupuesto para poder trabajar en igualdad de condiciones y ofrecer los mismo servicios a los cuatro millones de refugiados palestinos en Jordania, Siria, Líbano, Cisjordania y Gaza.