Actualizado 09/07/2015 03:41

Sudáfrica aplaza la decisión sobre la posible libertad condicional a un líder del 'apartheid'

PRETORIA, 10 Jul. (Reuters/EP) -

Sudáfrica ha retrasado la toma de una decisión política sobre la concesión de la libertad condicional a un líder de los escuadrones de la muerte, Eugene de Kock, apodado como 'Mal Supremo' y acusado de torturar y asesinar a activistas negros entre los 80 y principios de los 90 durante el 'apartheid'.

El ministro de Justicia, Michael Masutha, ha explicado en una rueda de prensa que De Kock, que ya tiene derecho a la libertad condicional tras pasar 20 años entre rejas, ha "progresado" hacia la rehabilitación, aunque no se ha consultado a las familias de las víctimas. Masutha ha prometido tomar una decisión final en un año.

De Kock, líder de una unidad contrainsurgencia del apartheid en Vlakplaas, una granja a 20 kilómetros al oeste de Pretoria, cometió más atrocidades que ningún otro líder para hacer prevalecer la supremacía blanca. El líder de los escuadrones de la muerte fue arrestado en 1994 y sentenciado dos años después a 212 años de cárcel acusado de asesinato, intento de asesinato, secuestro y fraude.

Sin embargo, la Comisión por la Verdad y la Reconciliación creada en 1995 intentó olvidar, y en algunos casos perdonar, los delitos cometidos por ambos bandos. De Kock quedó absuelto de matar a varios activistas del partido de Mandela, el Congreso Nacional Africano (CNA).

ARREPENTIMIENTO

En una entrevista radiofónica realizada en 2007, De Kock acusó al último presidente blanco de Sudáfrica, FW de Klerk, de tener las manos "bañadas en sangre" por ordenar matanzas políticas. De Kock también expresó su tristeza por estas acciones para mostrar así arrepentimiento, un factor importante en cualquier decisión para conceder la libertad condicional.

Hace dos años, escribió a la madre de Bheki Mlangeni, un diputado del ANC que fue asesinado por una explosión en 1991, para pedir su perdón. "Su perdón significará mucho para mí, pero no podrá acabar de ninguna manera con el dolor que he causado", decía en la carta, que se publicó en los periódicos sudafricanos.

Ese mismo año, se reunió con Marcia Joza, la hija de la activista del ANC Portia Shabangu, a quien De Kock ejecutó después de una emboscada en Swazilandia en 1989. Tras el encuentro la propia Joza contó que De Kock le describió cómo había matado a su madre de dos tiros en la cabeza antes de tirar su coche, con ella dentro, por una pendiente. "No estaba afectada porque le había perdonado hacía tiempo y desde entonces he aprendido que el resentimiento y el rencor empañarían mi visión de la vida", explicó.

Sin embargo, no todos comparten esta postura. Muchos negros sudafricanos han cuestionado los remordimientos de De Kock y desean que muera entre rejas por la atrocidad de sus crímenes.

Leer más acerca de: