BRUSELAS, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea espera que la normativa revisada sobre la recogida de pilas y baterías, que entra en vigor este viernes, permita en 2012 la recogida y reciclado del 25% de estos artículos utilizados en cada uno de los Estados miembros y del 45% en 2016. Además, los fabricantes serán responsables de la gestión de las pilas y baterías una vez que éstas hayan sido desechadas, sin que suponga un coste para el usuario.
El objetivo de esta directiva revisada es prevenir la generación de residuos de pilas y acumuladores, facilitar su recogida selectiva y garantizar el correcto reciclaje de estos productos. Hasta el momento sólo siete Estados miembros, incluido España, han comunicado la trasposición de la norma, según precisó en rueda de prensa la portavoz comunitaria de Medio Ambiente, Barbara Helfferich.
Este tipo de productos contienen distintos metales nocivos para la salud humana y para el medio ambiente, incluidos en algunos casos metales pesados como el plomo o el cadmio, explicó la Comisión Europea en un comunicado. Por ello, la directiva incluye restricciones al uso de mercurio en todos los tipos de pilas y acumuladores y, en el caso del cadmio, en las pilas y baterías portátiles. Con su recogida y reciclado se evita que estas sustancias lleguen al medio ambiente y permite el ahorro de energía y recursos naturales.
El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, celebró la entrada en vigor de la norma al considerar que con los objetivos fijados "esta legislación contribuirá a proteger la salud de los ciudadanos europeos y a hacer más sostenible el consumo y la producción en la UE".
De acuerdo con esta norma, los Estados miembros deberán alcanzar los siguientes índices mínimos de baterías y pilas recogidas: el 25% a más tardar en 2012 y el 45% cuatro años después, es decir, en 2016. Además, todas las pilas y baterías recogidas se someterán a tratamiento y reciclado mediante sistemas que respeten la salud, la seguridad y la gestión de residuos.
Asimismo, los procesos de reciclado para cada tipo de pila y batería deberán cumplir con unos niveles mínimos de eficiencia. La incorporación de objetivos de eficiencia es una novedad en la legislación europea de residuos y con ello se pretende impulsar la innovación y la puesta en práctica de nuevos procedimientos y tecnologías.
Bruselas aclaró en el comunicado que las pilas y acumuladores que ya están legalmente en el mercado no tendrán que ser retirados de la venta, ni será necesario que cambien su etiquetado para adecuarse a las disposiciones de la nueva directiva.
