Uganda, Ruanda y RDC impulsan un plan para proteger a los gorilas de montaña que habitan entre los tres países

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 20 febrero 2008 14:10

KAMPALA 20 Feb. (Reuters/EP) -

Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC) han impulsado por primera vez una iniciativa conjunta para proteger a los gorilas de montaña, especie en peligro de extinción, que habitan en la jungla entre los tres países.

Se cree que menos de 720 gorilas de esta especie --famosa por su brillante pelo blanco en la espalda de los machos-- viven en libertad desperdigados a lo largo de las montañas Virunga, donde están situadas las fronteras entre RDC, Uganda y Ruanda.

"Por primera vez, los tres países han decidido proteger a los grandes simios que están amenazados por la extinción y la inseguridad en la región", explicó Moses Mapesa, director del Departamento de Vida Salvaje de Uganda, en una rueda de prensa en Kampala.

Su homóloga ruandesa, Rosette Rugamba, alertó de que el número de gorilas de montaña está en riesgo por los cazadores furtivos, la ocupación de los humanos y la inseguridad, ya que el este de RDC es refugio de grupos rebeldes, algunos de los cuales han sido acusados de matar a gorilas.

Según Rugamba, esta iniciativa estratégica acordada por los tres países para los próximos diez años tiene el objetivo de "identificar a grupos y comunidades que influyan en la vida de la zona de Virunga", es decir, que la ocupen o cacen ilegalmente.

Los primeros cuatro años del plan, que tiene un coste de 4,1 millones de euros, estarán financiados por el Gobierno de Países Bajos. Según las autoridades ugandesas, el número de gorilas de montaña en el Bosque Impenetrable de Bwindi, uno de los principales enclaves para estos primates, es de 340. Se cree que otros 250 habitan en el lado ruandés de la frontera. Otro pequeño grupo vive en RDC, donde las autoridades dicen que al menos diez murieron en 2007.

La población de gorilas de montaña en esta región descendió de forma casi imparable en la década de los ochenta, llegando hasta sólo 370. Pero en los años siguientes, la concienciación hizo que el número se elevara, ayudado por el efecto del turismo. El bosque de Bwindi ha visto aumentada su población en un 12 por ciento en la última década debido a las mejoras en la protección contra los cazadores furtivos.

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