Actualizado 31/03/2008 14:31

El viaje de los diplomáticos no sirve para tener más información sobre las protestas en Lhasa

BEIJING, 31 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

La visita de un grupo de diplomáticos a Lhasa, organizada por las autoridades chinas a finales de la semana pasada, no permitió obtener nuevos datos sobre lo ocurrido durante las protestas iniciadas en la capital tibetana el pasado 14 de marzo, y que terminaron extendiéndose a otras localidades con población tibetana.

En el breve viaje, que duró apenas dos días (viernes y sábado), incluyendo las 12 horas de traslado desde Beijing a Lhasa, participaron 15 representantes de un total de 14 países, entre los que se encontraba España, más la Comisión Europea.

Según señalaron hoy a un grupo de periodistas fuentes diplomáticas que rechazaron ser identificadas, el objetivo principal del viaje fue insistir en que, efectivamente, en Lhasa se produjeron episodios muy violentos protagonizados por ciudadanos tibetanos, en contra de la visión más comedida recogida inicialmente por la prensa extranjera.

Entre las actividades organizadas se incluyó la visita a lugares "siniestrados", el encuentro con personas afectadas y autoridades de la región y la proyección de un vídeo con imágenes muy explícitas de los altercados. "No hubo en ningún momento imágenes de la actuación policial en Lhasa ni de cómo consiguieron acabar con las protestas, aunque todos sabemos que la ciudad está trufada de cámaras", comentó la fuente, que indicó que las autoridades no se apartaron en ningún momento de la versión oficial que se ha estado ofreciendo en las últimas semanas, ni aportaron datos nuevos.

"Insistieron en que la reacción fue la propia que se habría producido en cualquier estado de derecho", indicó la fuente.

El recuento final ofrecido por Beijing, y repetido a los delegados extranjeros en Lhasa, señala que las pérdidas materiales como consecuencia de los disturbios ascendieron a 250 millones de yuanes (22,5 millones de euros), que hubo cinco hospitales dañados, escuelas afectadas, y que se incendiaron un total de 108 tiendas, 120 residencias privadas y 84 vehículos.

El número de víctimas fue de 18 muertos, un policía y tres manifestantes "que murieron accidentalmente mientras huían de la policía", según relató la fuente, que señaló que, aunque la cifra oficial de "civiles inocentes heridos" (un total de 382), no incluye a ningún manifestante, en su visita a hospitales el personal sanitario confirmó que había habido heridos entre los participantes en las protestas.