Pedro Martínez de la Rosa: "Es fundamental la unión empresas/administración para concienciar sobre alcohol y conducción

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 8 mayo 2008 16:19

El piloto español de pruebas del equipo Vodafone McLaren Mercedes Pedro Martínez de la Rosa es portavoz español de consumo responsable de la marca Johnnie Walker desde 2005, cuando, desde Diageo --el grupo que hay detrás de esta y otras marcas de bebidas espirituosas-- invitó al piloto a difundir como 'embajador' la campaña de consumo responsable que en aquellos momentos ponía en marcha aprovechando su papel de 'corporate partner' de este equipo de Fórmula 1.

Desde la compañía siempre se ha defendido la idea de que las marcas son una vía eficaz y creíble para trasladar este mensaje de conducción segura y actitudes responsables al volante. Aunque, según reconoce el piloto, "aún queda mucho por hacer si se quiere concienciar a la sociedad del riesgo del binomio alcohol y conducción".

.- ¿Cómo surgió la idea de embarcarse en una campaña como ésta, de consumo responsable de alcohol, lanzada, precisamente, por un marca de whisky?

Fue en 2005, cuando la marca Johnnie Walker entra en el equipo McLaren y se reúnen conmigo para explicarme su propuesta. En nuestro primer encuentro --reconozco que yo sabía poco de la marca entonces-- en sus oficinas de Madrid, me explican todos sus objetivos, en qué consiste la campaña, y el papel que quieren que desempeñe yo, como piloto de McLaren y con una imagen pública, que es el de llevar el mensaje a toda la sociedad y especialmente a los jóvenes. En ese momento me encanta la idea y a partir de entonces siempre he colaborado.

Creo además que lo más importante es que se trata de un mensaje muy sencillo, y no supone ningún trabajo adicional para un piloto, sin olvidar que tenemos una fuerza muy importante los deportistas que no tienen otras personas, porque podemos llegar a más gente, sobre todo a los jóvenes. A partir de ahí hemos seguido con la campaña estos tres años con la idea de difundir la figura de 'piloto designado' o a través de eslogan 'estrategia de equipo: el que conduce no bebe'.

.- ¿Qué balance se puede hacer de estos tres años de campaña? ¿La concienciación de este segmento de población ha crecido en este sentido o hay que seguir trabajando?

Poco a poco empiezas a ver que la gente sabe de lo que le hablas; que es consciente de que es una realidad y que la precaución al volante evitando el alcohol puede salvarles la vida, pero, sinceramente, todavía --y sin datos para corroborarlo-- creo que queda mucho trabajo por delante. La sensación que tengo es que en España estamos todavía muy por detrás de otros países europeos en la idea de que alcohol y volante nunca se pueden mezclar. Lo sé porque he vivido mucho fuera y puedo comparar. Por eso España es un mercado potencialmente muy bueno para trabajar en este sentido y reducir los accidentes.

.- ¿Es cierto entonces que España se encuentra 'a la cola', no sólo en concienciación, sino también en actitudes respecto a ser responsable a la hora de conducir y tomar copas?

Es cierto. Yo siempre cuento la misma anécdota, pero es que es cierta. He acudido a campeonatos británicos durante muchos años y en cualquier ciudad de Reino Unido, cerca de una discoteca, podías ver los domingos temprano, cuando te dirigías al circuito, cientos de coches en los parkings de estos locales. Al preguntar por el horario de apertura de éstos, los técnicos ingleses te respondían que el establecimiento había cerrado hacía horas, pero que nadie regresa con su coche a casa después de haber tomado copas. Todo el mundo regresa por la mañana a por su vehículo porque la noche anterior regresaron en taxi. En las discotecas españolas, a menos que sea un 'afterhours', esto no ocurre. Tenemos muchos que aprender aún, por eso difundir mensajes nobles con éste es algo de lo que me siento muy orgulloso.

.- ¿Crees que vuestra imagen como pilotos y como personajes públicos debe aprovecharse para llevar un mensaje más cercano a los jóvenes, por ser, precisamente, un referente para ellos? ¿Debe ser por tanto vuestra actitud ejemplar en este sentido?

Totalmente. Pese a que entendamos que algunas cosas se deben a la juventud. Yo tengo 37 años, pero también he tenido 18 y ahora sé algunas cosas, como que es necesario ponerse al volante descansado, después de haber dormido ocho horas y tranquilo para estar a tope en concentración. Intento acudir a los circuitos claro de mente, porque te juegas mucho, pero también creo que el riesgo de conducir en la calle es mucho mayor que el de conducir un Fórmula 1 hoy en día. No es sólo no beber, sino también estar descansado, porque se puede medir el grado de alcohol en sangre con un alcoholímetro, pero no se pueden medir las horas de sueño o el grado de cansancio y eso también es muy importante. Si llegas a las personas adecuadas con este mensaje ya se habrá conseguido mucho.

.- ¿Sin embargo, y a pesar de estos esfuerzos, las cifras de muertes en carretera relacionadas con el consumo de alcohol cada fin de semana siguen produciéndose? ¿Qué más se puede hacer, y sobre todo, quién más debe implicarse en esta lucha, más allá de las marcas o fabricantes de bebidas alcohólicas?

Creo de verdad que la Administración pública debe volcarse en este tema, sin duda. Es un tema vital y hay que empezar por las escuelas, porque la educación es la clave. Hay que trasladar este mensaje a los más pequeños, a los que están empezando y en pocos años serán adolescentes con carnet de conducir para que la concienciación venga de antes. Y además se ha de potenciar el control de la alcoholemia por parte de la Policía. No se trata de castigo, sino de control.

Se tienen datos de que la mayoría de los accidentes que se producen tienen que ver con el alcohol en las noches de los fines de semana, asique es evidente que hay que extremar las precauciones en esos frentes y durante estas horas concretas. No es suficiente con que las empresas privadas hagan un esfuerzo; la Administración ha de ser muy disciplinada en este sentido, e ir más allá de poner radares cada kilómetro para controlar la velocidad.

Eso está muy bien, pero también hay que hacer otras cosas, porque la educación es mucho más importante: por ejemplo, visitar centros de rehabilitación de personas con discapacidad producida por accidentes de tráfico, colaboraciones con institutos u organizaciones implicadas en esta lucha, etc, porque mostrar las consecuencias de una conducción irresponsable es algo que a veces también es una buena manera de educar a los conductores del futuro.

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