Investigadores de la UPM proponen medidas para lograr mejor ventilación y eficiencia en los aparcamientos cerrados

MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han realizado un estudio sobre un garaje urbano con distintos usos de aparcamiento y ha propuesto un método por el que se permite reducir "considerablemente" el consumo de energía, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y los costes del sistema de ventilación respecto de los actuales estándares.

El propósito de la investigación es calcular de forma precisa el caudal de ventilación necesario para no superar los niveles permitidos de concentración de monóxido de carbono, teniendo en cuenta una serie de elementos novedosos.

Para ello, el estudio analiza los factores que influyen en el cálculo del caudal de ventilación sobre una tipología habitual de aparcamiento urbano situado en la calle Serrano de Madrid. Además de esto, se ha realizado un estudio económico, un análisis del consumo energético, así como un estudio medioambiental.

La investigación concluye que la aplicación de la normativa vigente conlleva un sobredimensionamiento de las instalaciones de ventilación de un garaje cerrado, lo que se traduce en un mayor consumo de energía, aumento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

De este modo, proponen calcular el volumen de flujo de aire exterior necesario para diluir el monóxido de carbono por debajo de los límites permitidos por los reglamentos. Cuanto más exacto sea ese cálculo, mejor será la calidad del aire interior y la eficiencia energética del sistema de ventilación del garaje.

Los resultados de la investigación muestran cómo la solución propuesta en el aparcamiento estudiado reduce el consumo energético en un 24 por ciento, disminuye las emisiones de dióxido de carbono y supone un ahorro económico de casi un 19 por ciento en el coste del sistema de ventilación y de un 6 por ciento en el coste anual de operación.

La ventilación en un garaje cerrado consiste en introducir aire del exterior de suficiente calidad y extraer el aire contaminado producido por las emisiones de los vehículos, especialmente el monóxido de carbono, con el fin de reducir los contaminantes a niveles que sean aceptables para la salud de las personas.