BARCELONA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La fábrica de cemento Lafarge negó esta tarde tener constancia de ninguna denuncia por contaminación ambiental y aseguró que cumple con la legislación vigente en relación a la denuncia que presentaron hoy ante la Fiscalía más de 30 entidades del municipio de Montcada i Reixac (Barcelona), en el que se ubica la cementera.
En un comunicado, la empresa asegura cumplir con todos los límites de emisión establecidos por la legislación vigente en relación al óxido de nitrógeno, sustancia que, según el abogado que lleva el caso, Albert Calduch, la fábrica genera en grandes cantidades.
Los vecinos también denunciaron la emisión de sonidos de la fábrica, que funciona las 24 horas del día y produce ruidos que llegan a los 70 decibelios por el día y 77 por la noche, --los límites legales están en 60 y 50 decibelios, respectivamente--.
La empresa alegó que se encuentra emplazada en un enclave industrial situado entre una autopista y las vías de ferrocarril "no pudiendo atribuirse el ruido mismo a la fábrica, tal y como indican las mediciones realizadas con la fábrica parada".
Finalmente, la cementera aseguró que cumple "de manera estricta con la legislación vigente e incluso va más allá", ya que se renovó tecnológicamente en los años 80 con una inversión de más de 40 millones de euros en el ámbito medioambiental.
"Como resultado, la planta es una de las más competitivas en cuanto a la reducción de emisiones de partículas y eficiencia energética de todo el sector cementero europeo", puntualiza la fábrica.
Montcada i Reixac, con una población de más de 30.000 habitantes, está declarada zona de protección atmosférica por la Generalitat. En 2006, 4.250 vecinos firmaron un manifiesto pidiendo que se pusieran medidas contra la cementera.
