Actualizado 29/04/2008 17:53

RSC.- Greenpeace exige a Costas y Junta de Andalucía frenar los vertidos de Fertiberia

HUELVA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización ecologista Greenpeace exigió hoy a la Dirección General de Costas y a la Junta de Andalucía que pongan fin "de inmediato" a los vertidos de Fertiberia en las Marismas de Mendaña de Huelva --en cumplimiento de la sentencia de la Audiencia Nacional que confirmaba la caducidad de la concesión que autorizaba a Fertiberia al uso de esta zona para el vertido de fosfoyesos-- y que se proceda a una restauración ambiental "en profundidad" del dominio público afectado por los mismos, a cargo de esta empresa.

En un comunicado, Greenpeace demandó, además, a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta que "deniegue la Autorización Ambiental Integrada (AAI) solicitada por Fertiberia para proseguir con sus vertidos tóxicos y radiactivos en las marismas onubenses, por cuanto esta empresa no reúne las condiciones para su obtención", tras lo que apoyó la concentración organizada hoy por la asociación Mesa de la Ría en rechazo a los fosfoyesos.

Para la organización, la nueva consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, "debe demostrar su apuesta por la sostenibilidad y su preocupación por la salud y el medio ambiente de los onubenses ordenando el fin de las actividades contaminantes de Fertiberia y el inicio inmediato de la restauración ambiental de las Marismas de Huelva".

Para Greenpeace y WWF/Adena, que también apoya la concentración, "esta restauración debe ser uno de los motores económicos de futuro para la capital onubense, en sustitución de actividades que, como la de Fertiberia, cada vez generan menos puestos de trabajo y más problemas ambientales y sociales, así como de imagen a Huelva".

Para el responsable de Aguas de Greenpeace, Julio Barea, "las agresiones, absolutamente intolerables, a la salud y al medio ambiente que padecen desde hace décadas los onubenses por culpa de una industria sucia obligan a Greenpeace a abrir una campaña para combatir la contaminación en Huelva y revertir una situación que ha sido calificada en Europa como de la mayor catástrofe ambiental a escala mundial, sobre todo porque está poniendo en peligro la salud de más de 150.000 personas que viven en uno de los ambientes más contaminados de Europa".

Entre las actividades de Greenpeace al respecto se encuentra la denuncia ante la Unión Europea del "desastre" causado por Fertiberia en las marismas de Huelva, lo que ha motivado que la Comisión Europea haya abierto un expediente a España sobre el asunto.

En este sentido, el responsable de la campaña sobre Energía Nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, se preguntó si los onubenses "merecen vivir junto al vertedero de residuos tóxicos, peligrosos y radiactivos más grande de Europa" y por qué las administraciones responsables --Ministerio de Medio Ambiente, Junta de Andalucía y Consejo de Seguridad Nuclear-- "siguen mirando hacia otro lado cuando los ecologistas y la ciudadanía de Huelva exigen una solución al problema".

A su juicio, "Huelva necesita una solución inmediata", por lo que exigió a la Junta de Andalucía, al Gobierno central y al Consejo de Seguridad Nuclear "que asuman su responsabilidad y actúen ya sin más dilación si no quieren seguir siendo cómplices de esta catástrofe sanitaria y ambiental".